Actualizado 28/08/2015 15:35

Desayunar todos los días

EL desayuno en la infancia
Foto: THINKSCTOCK Ampliar foto

Hacer bien la primera comida del día es indispensable para tener ánimo y energía a la hora de jugar, rendir en la escuela e incluso, para prevenir la obesidad. Pese a su importancia, esta comida es a menudo la gran olvidada de nuestra dieta. Tan solo necesitas 15 minutos al día para disfrutar con tus hijos de un rico y sabroso desayuno.

Según la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN), "entre el 20 y el 40 por ciento de los niños va al colegio sin desayunar a pesar de que debe de ser una de las comidas principales del día. Este comportamiento afecta al rendimiento escolar y favorece la obesidad infantil".

"Como norma general, son alimentos ricos en grasa o productos procesados: patatas fritas, sancks, bollería industrial, galletas, embutidos, chuches y refrescos, etcétera, en lugar de verdura, ensalada, pescado o fruta", expresa Julia Álvarez, coordinadora del Área de Nutrición de la SEEN, que insiste en la importancia de cuidar la alimentación de los niños ya que "es el momento ideal para adquirir hábitos saludables". 

Los alimentos del desayuno aportan los nutrientes y la energía que el organismo de la niña o niño requiere una vez que ha abierto los ojos. Una dieta rica en frutas, verduras, legumbres, frutos secos, aceite de oliva y pescado azul se asocian con efectos positivos sobre la concentración, la memoria y el rendimiento.

Cómo debe de ser el desayuno de nuestros hijos

Las prisas, la falta de tiempo, ir con retraso, hace que muchas familias intenten contrarrestarlo prescindiendo del desayuno de sus hijos. El desayuno ideal y adecuado debe de ser variado en alimentos que contengan los nutrientes necesarios:

- Lácteos: leche, yogur y/o queso.
- Hidratos de carbono: cereales, galletas, pan.
- Grasas: aceite de oliva, mantequilla o margarina.
- Vegetales: frutas o zumos.
- Otros: mermelada, jamón york o pavo, miel...

Cinco beneficios del desayuno para la salud

1. Mejora el estado nutricional. Ayuda a mejorar el balance de energía y nutrientes que el cuerpo necesita durante el día.

2. Aumenta el rendimiento físico. Si se va a realizar una actividad física y no se ha tomado un desayuno adecuado el niño podrá presentar fatiga o incluso desmayo por la fa falta de energía.

3.  Aumenta la concentración y la memoria. El desayuno aporta la glucosa necesaria al cuerpo, el alimento del cerebro, por lo que mejora la memoria, la concentración y la creatividad.

4. Combate la obesidad infantil. Ayuda a mantener los límites de peso saludables. Cuando tu hijo desayuna bien no tiene tanta hambre a lo largo de la mañana, por lo que es más fácil que no picoteé entre horas.

5. Da alegría y buen humor. El desayuno aumenta la glucosa lo que hace que el sistema nervioso funcione mejor, teniendo mejor humor y alegría para afrontar el día.

Noelia de Santiago Monteserín