Trucos para lavar la ropa de tu bebé
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El mundo de los bebés es muy amplio. Al igual que tienen toda una gama de productos específicos para ellos y requieren unos cuidados especiales por tener la piel más delicada, su ropa también debe lavarse con sumo cuidado, pues será lo que esté más tiempo en contacto con su piel. Por ello, te traemos 10 consejos básicos para limpiar la ropa del bebé.

¿Con qué ropa hay que tener más cuidado?

Cuando pensamos en la ropa de bebé nos viene a la cabeza su trajecito y los calcetines, por ejemplo, pero no debemos olvidar que nos referimos a toda la ropa. Es decir, también a las sábanas y mantas del colchón, a las gasas, los baberos y los peluches. Cualquier objeto textil que esté en contacto con el bebé debe ser lavado con más cuidado de lo normal para evitar problemas como la dermatitis.

La ropa del bebé, aparte

Lo mejor es que durante los primeros meses de vida del bebé laves su ropita çparte, independiente de la del resto de la familia. El motivo es muy sencillo: el bebé se mancha "diferente" a los demás miembros de la casa, por lo que juntar toda la ropa puede hacer que la suya entre en contacto con productos peligrosos o suciedades "extremas"(como barro, por ejemplo, si tiene un hermano mayor). Asimismo, también recomiendan usar una bolsa protectora para que la ropa no entre en contacto con otros gérmenes.

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¿Qué tipo de jabón usamos para la ropa de bebé?

Lo mejor es usar un detergente neutro especial para ropa de bebé o para prendas delicadas, o incluso jabón casero si tienes acceso a él. Así lograrás evitar que la piel del bebé entre en contacto con más productos químicos de los necesarios: cuantos menos se acerquen a él, mejor.

Una vez que el niño pasa de los seis meses ya se le puede lavar su ropa con otra clase de detergentes, aunque se recomienda probar primero con una prenda por si pudiera generarle algún tipo de reacción alérgica.

Suavizantes y ropa de bebé

Ya antes hemos comentado que es mejor evitar que la piel del bebé esté en contacto con demasiados productos químicos, y lo cierto es que el suavizante contiene muchas sustancia que pueden ser dañinas para su delicada piel. Lo mejor sería evitar el suavizante en los primeros meses, e incorporarlo al igual que el jabón normal: poco a poco. Exactamente lo mismo ocurre con otros productos como las lejías: prohibidas.

¿Lavado a mano o a máquina? Ambas opciones

A mano: Aunque ambas opciones son buenas, si optas por el lavado a mano no olvides que el momento más importante es el aclarado: vigila bien que no queden restos de jabón.

A máquina: en la lavadora se recomienda, si existe la opción, utilizar un programa con doble aclarado para evitar que no queden restos de detergente en la ropa. Por otro lado, ya te habrás fijado en que la ropa de bebé es muy pequeñita: si no tienes suficiente para llenar la lavadora, ponla en un programa de carga reducida para ahorrar.

Cómo lavar las prendas delicadas

Las prendas delicadas, como la que incluye bordados o encajes o aquella realizada en tejidos como seda es mejor que se lave a mano para que, de este modo, no se estropee al entrar en contacto con otras prendas en la lavadora.

Lavar ropa de lana

En el caso de la ropa de lana, se puede lavar a mano o en la lavadora, aunque en este segundo caso sería mejor hacerlo con un programa específico para ropa de lana o delicada. Presta atención a que el agua para lavar este tipo de ropa esté tibia y, para secarlo, mejor dejarla sobre una superficie plana para que no se deforme al tenderla.

Las manchas difíciles, mejor antes

Las manchas típicas en la ropa de bebé son de comida o vómitos, y para quitarlas lo mejor es tratarlas antes de lavarlas como habitualmente. Si ves una mancha en la ropa de tu bebé, lo más aconsejable es actuar rápido para que la mancha no se reseque: ponla en remojo con un poco de jabón y en la mayoría de los casos la suciedad más importante se esfumará.

Planchar la ropa de bebé

Lo cierto es que la mayoría de la ropa de bebé no necesita planchado. En el caso de plancharla, es aconsejable evitar temperaturas muy altas, pues estas pueden dañar la ropa más delicada.

Ángela R. Bonachera

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