- THINKSTOCK

El gateo del bebé es una etapa esencial previa a los primeros pasos. Existe una gran variedad de ejercicios de estimulación que puedes realizar con tu bebé para que comience a gatear. Lo primero que tienes que hacer es lograr que se ponga de rodillas boca a abajo, en posición de gateo, después lo más importante es atraer su atención para que logre desplazarse.

Antes del aprendizaje de los primeros pasos, el bebé ha de cruzar una primera etapa: el gateo. Para empezar a gatear, el bebé necesitará tener un control de su espalda, que obtendrá una vez que pueda mantenerse sentado.

Entre los 6 y los 12 meses de edad comienza el gateo del bebé y los padres podemos hacer muchos ejercicios de estimulación con ellos para que ganen confianza.

Como pedía el enigma de la esfinge, el hombre es un ser que camina a cuatro patas cuando es pequeño, a dos cuando es adulto, y a tres cuando es mayor... Resulta muy importante que el bebé gatee con libertad, pues es su primera experiencia de marcha; tanto hacia delante como hacia los lados. Gateando comprueba que puede desplazarse, acercarse hacia los objetos que le llaman la atención y así, cuando esté aprendiendo a andar, no se sentirá defraudado tras los primeros intentos infructuosos.

Artículo relacionado:
- Mi bebé no gatea... ¿debe preocuparme su retraso madurativo?

Ejercicios de estimulación para el gateo del bebé

1. Antes de gatear
Antes de comenzar a gatear, hay que acostumbrar al bebé. Uno de los primeros ejercicios que podemos realizar consiste en levantar al niño, desde la posición de tumbado boca abajo, cogiéndole por las manos. Lo haremos despacio, hasta que se quede de rodillas.
Luego, más adelante, podemos seguir levantando desde la posición de rodillas hasta que se ponga de pie, sacando una de sus piernas para conseguir el apoyo necesario.

2. Con una almohada
Durante una primera etapa habrá que ayudar a nuestro hijo y "enseñarle" a gatear. Para obligarle y que se acostumbre a la posición de gateo (de rodillas y con las palmas en el suelo) podemos ponerle una almohada debajo de su cuerpo, para que no tienda a tumbarse, cuando está boca abajo.
Como en el resto de los ejercicios, al principio habrá que ayudar mucho a nuestro hijo hasta que domine lo que se le pide.

3. Preparados, listos...
Al principio, hasta que no desarrollen suficientemente sus músculos, los niños tienden a resbalarse, ya que no pueden empujarse suficientemente con los pies. Por eso, cuando comience a gatear, podemos colocar algo duro en sus pies, de modo que se acostumbren a apoyarse.
Los atletas de velocidad usan también unos tacos para darse un buen impulso de salida.

4. ¡...Y ya!
Los ejercicios anteriores van encaminados, especialmente, a preparar la etapa del gateo. Una vez realizados, tendremos que enseñarle la propia acción de gatear. Se trata de algo reflejo, pero tienen que comprobarlo al principio. Así, pondremos al niño en posición de gateo, e impulsaremos su cuerpo de manera que se produzca un balanceo que provoque el apoyo alternativo de manos y rodillas.
Cuidaremos de no empujar con demasiada fuerza ni de pretender de que el bebé lo consiga la primera.

5. Ven a por este juguete
Para llamar la atención de nuestro bebé y conseguir que se acerque gateando hacia donde nos encontramos, podemos ofrecerle un juguete que le guste, de modo que se dirija hacia él. Normalmente, lo hará gateando, sobre todo si acompañamos este ejercicio de todo tipo de aspavientos, risas y palabras cariñosas. También podemos utilizar sonajeros o juguetes con cuerda que se muevan por sí solos.
Le animaremos cada vez que lo consiga y aumentaremos progresivamente la distancia que tiene que recorrer gateando.

6. A su altura
Para tratar a un niño, hay que ponerse a tu altura. Y, ¿qué mejor manera de enseñarle a gatear que gatear nosotros mismos? Nos divertiremos mucho si por un día dejamos nuestra postura erecta para ponernos a la altura de nuestro bebé, jugando a gatear con él. De este modo se fijará en nuestro ejemplo.
Deberemos exagerar nuestros movimientos, para que le queden claros al bebé. También se pueden corregir los movimientos del bebé cogiéndole las manos y los pies.

Beatriz Bengoechea. Psicóloga y orientadora familiar

Te puede interesar:

- La importancia de gatear para el bebé

Los primeros pasos del bebé

Aprender a andar, ¿está preparado mi bebé?

Zapatos de bebé, cinco modelos divertidos para aprender a andar

Leer más acerca de: