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Salir de paseo con el bebé es una rutina muy beneficiosa. Estos pequeños ratos le permitirán no sólo conocer todo lo que le rodea sino ampliar sus horizontes y desarrollarse física, psíquica y afectivamente. Salvo que llueva con fuerza, haga mucho viento o la temperatura sea extremadamente baja o alta, salir de paseo con el bebé es una costumbre a la que no debemos renunciar a diario.
Salir de casa es una actividad que reporta grandes beneficios a la mayoría de los pequeños. Y es que, al tomar contacto con otras realidades diferentes a las de su propio hogar, no sólo le beneficia psicológicamente sino que también le enriquece en el terreno afectivo: durante esos instantes, y para su propia satisfacción, él será el exclusivo centro de atención de su papá o mamá. Para que sea más cómodo para ti, lo mejor es que vayas con sillas de paseo ligeras.
Sentidos activados durante el paseo con el bebé
Además, el aire libre, aunque nuestro paseo se desarrolle con el carrito del bebé en plena ciudad, le ayudará a desarrollarse y fortalecerse físicamente.
Desde que nacen, los sentidos de los niños son como una auténtica antena que todo lo capta. Su misión es crear asociaciones y elaborar sus propios conceptos. Su mente es una fábrica de ideas que no para de trabajar. De ahí que sea tan importante ofrecer a nuestros hijos continuas novedades que les estimulen visual y acústicamente.
Por otro lado, el mismo traqueteo y movimiento de su silla de paseo o cochecito no solo despertará su interés por los objetos que le rodean sino que le obligará a ejercitar sus pequeños músculos.
¡Cuidado con el viento durante el paseo con el bebé!
Para que las temperaturas invernales o estivales no conviertan el paseo diario en un peligro para salud del bebé, procura elegir la hora más apropiada para salir con el niño. En invierno elige la hora del mediodía (la temperatura es más elevada), mientras que en verano procura adelantar la salida a las primeras horas de la mañana o últimas de la tarde.
En cualquier caso, procura que éste se prolongue, al menos entre 20 y 30 minutos.
Para evitar los enfriamientos, trata de calibrar bien el abrigo del niño. Igualmente evita permanecer quietos en los días de más frío o bajo el sol en los más calurosos.
Como norma, procura mantener la cabeza del bebé siempre a la sombra, para lo que te pueden ayudar algunos complementos de las sillas de paseo, como los parasoles.
Paseo con el bebé, sentado a diferentes alturas
Siempre que nos sea posible, procura despojar su silla o cochecito de la capota. De este modo, el bebé dispondrá de un mayor campo de visión. En este sentido, es aconsejable que el cochecito posea cierta altura sobre todo si deseamos evitar que el niño aspire los humos de los tubos de escape de los coches.
En el bolso de la silla, lleva todo el equipo que pueda necesitar durante este corto espacio de tiempo. El agua, unas galletas, pañales de emergencia... podrían ser realmente útiles en un momento dado.
Pero lo más importante del paseo diario es la oportunidad que este momento nos brinda para explicar al bebé todo aquello que le interesa. Cada vez que salgas con él puedes hablarle y explicarle cada novedad, ruido u objeto que le llame la atención.
Así, el movimiento de las hojas, el viento y su fuerza, los colores de los objetos, las distancias (aquí-allí)... se constituirán en los mejores amigos de esta rutina que permitirá adquirir en poco tiempo a nuestro pequeño miles de nuevos conceptos.
Consejos para el paseo con el bebé
- Prepara la bolsa del niño con esmero y atención. El chupete, las toallitas húmedas, pañuelos de papel, un pañal y su biberón de agua serán elementos indispensables en cada una de nuestras escapadas.
- Durante el invierno procura no estar parada, ni descansar demasiado tiempo a lo largo del camino, pues el niño podría coger frío.
- Alterna cada día el camino o los lugares a los que acudas durante los paseos. De este modo, nuestro pequeño podrá descubrir cosas diferentes y nuevas cada día.
- Aprovecha para estimular al bebé. Ya sea mediante juegos o canciones infantiles reales o inventadas por nosotros, así se acostumbrerá a realizar asociaciones y a desarrollar cada una de sus capacidades.
Teresa Pereda
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