Bebés: plasticidad cerebral
Bebés: plasticidad cerebral - ISTOCK

Estimular no debe entenderse como "acelerar" el ritmo de desarrollo. La estimulación ha de dirigirse siempre a aprovechar el conjunto de las capacidades del niño. Cada vez se tiene más presente que los niños tienen al nacer todo un potencial de desarrollo insospechado. Y para aprovecharlo debemos ofrecerles todas las oportunidades que podamos para ponerlas de manifiesto.

Nosotros, los padres, hemos de estar especialmente alerta para proporcionárselas, aunque quizá tengamos que acudir a algún centro para un programa de estimulación temprana más sistemático. Si le rodeamos de cariño, si realizamos ejercicios con él... conseguiremos que adquiera muchas más habilidades.

Las primeras etapas del cerebro del bebé

Todos podemos aprender cualquier cosa en cualquier momento si ponemos esfuerzo y voluntad. Sin embargo, nunca resulta tan fácil como en las primeras etapas de vida gracias a la plasticidad del cerebro. En concreto, la primera etapa infantil se caracteriza por un importante crecimiento cerebral: se establecen nuevas conexiones y cambios importantes en las ramificaciones y prolongaciones de las neuronas.

Algunos padres aún consideran la etapa infantil como la menos importante de todas. No responden a la motivación por aprender que muestran sus hijos ya que pueden pensar que hay muchos conocimientos que adquirirán posteriormente, al iniciar la Primaria. Sin embargo, es conveniente destacar la importancia de la primera infancia porque ahí se encuentra la base que asegure el éxito de los futuros aprendizajes y la forma de prevenir sus posibles dificultades.

Programas de estimulación para el cerebro del bebé

Los programas de estimulación nacieron pensados para que se llevaran a cabo dentro del ambiente familiar y preferiblemente por los padres. Sin embargo, nuestra cultura y forma de vida hace muy difícil que después de un día laboral estos puedan dedicarse a elaborar los materiales que requieren la mayoría de los programas o bien estén dispuestos a llevarlo a cabo de forma sistemática y diaria.

Porque en el momento en que se inicie cualquier programa de estimulación éste debe ser continuo, sistemático y puntual. Hay que tener presente que cualquiera nueva adquisición que deseemos que asimile el niño debe poseer una intensidad, frecuencia y duración adecuadas, y en relación con lo aprendido previamente para aprovechar la plasticidad del cerebro de los bebés.

Sin límites: potencia las posibilidades de tu bebé

El principal punto de partida reside en no poner límites a las posibilidades de nuestro hijo. Podemos adaptar las explicaciones que le demos a su capacidad de asimilación, pero... ¿por qué centrarnos en temas puramente infantiles? No restrinjamos su campo de acción.

Sabemos con certeza que el niño aprende y descubre poco a poco el mundo que le rodea centrándose en aspectos muy concretos de la realidad. Por ejemplo, después de visitar una granja no podrán describirla de forma objetiva y global como lo haríamos nosotros. Las explicaciones individuales de cada niño nos harán ver que entre el gran número de estímulos recibidos cada uno se ha centrado en un aspecto concreto, identificando a los animales por pequeñas características.

Ana Castán Visa. Coordinadora del Ciclo de Educación Infantil del Colegio San Marc

Más información en el libro Las capacidades del niño. Regidor, Ricardo. Ed. Palabra

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