Las familias numerosas con hijos discapacitados piden más atención
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Cada familia es un mundo y cada hogar tiene sus necesidades particulares. Aquellas casas en donde sólo hay dos hijos no tienen las mismas preocupaciones que aquellas en donde hay más niños. Y por supuesto, en donde hay un caso de discapacidad, tampoco se tienen los mismos reclamos que en aquellos en donde no existe este problema.

Esta es una de las reclamaciones que el Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad, CERMI, ha realizado al Gobierno. Según esta organización la Ley de Protección a Familias Numerosas debería tener en cuenta aquellos casos en donde uno de los hijos presenta algún tipo de minusvalía para asegurar una mejor atención a estos hogares para hacerles más llevadera la situación.

Mayores necesidades

Para CERMI los costes a los que debe hacer frente una familia numerosa con una persona discapacitada son mayores que los de un hogar normal. Al igual que los esfuerzos y tiempo que se deben destinar para asegurar a un niño en estas circunstancias un buen futuro y una calidad de vida buena. Por este motivo ha remitido al Gobierno una propuesta modificar la Ley de Protección a Familias Numerosas.

En esta propuesta CERMI aboga por ampliar el concepto de familia numerosa a los supuestos en los que una familia esté compuesta por uno o dos padres que tengan un hijo con discapacidad. Hasta el momento, este término sólo se aplica de forma general a los hogares que cuentan con tres vástagos sin minusvalías, o dos cuando al menos uno de ellos la presenta.

Según esta entidad, si se demuestra que el hijo presenta un 65% de discapacidad, el Gobierno debería prestar a esta familia las mismas facilidades que a una familia numerosa y hacer las cosas más fáciles. El aumento de cargas económicas que supone de por sí para un hogar con más de tres vástagos se incrementa aún más cuando alguno de sus integrantes es una persona con discapacidad.

El cuidado del hijo discapacitado

Queda claro que un niño con discapacidad es un asunto difícil. Hay que tener en cuenta las necesidades que tiene un hijo en estas circunstancias para satisfacerlas en la medida de lo posible. Estos son algunos consejos para conseguir la mejor calidad de vida posible:

- Mantenerse informado. Recolectar más información sobre la discapacidad del niño de y emplearla para abordar junto a otros posibles cuidadores de la persona con minusvalía. Estar informado ayuda a tomar decisiones de salud más fundamentadas y a entender mejor cualquier desafío que tenga que afrontar dentro del hogar.

- Buscar apoyo. El apoyo es muy importante, desde las personas dentro del hogar hasta cualquier conocido. En las situaciones difíciles es muy importante que todos vayan a una para conseguir el mismo objetivo. También se puede conseguir esta ayuda en organizaciones relacionadas con estas minusvalías.

- Apostar por su autonomía. Hay que ayudar al niño con minusvalía, pero no dárselo todo y hacer que crezca su dependencia. En la medida de lo posible hay que fomentar su autonomía y hacer que esta crezca para conseguir que el hijo sea capaz de hacer actividades en por sí mismos.

- No olvidarse de uno. El niño necesita a los padres para salir adelante, por eso estos tienen que estar al 100%. No hay que olvidarse de la vida personal de cada uno y hay que tratar de cuidarse en la medida de lo posible.

- Vida normal. Una discapacidad no quiere decir que no se puedan hacer planes como el resto de familias: ir al cine, salir a dar un paseo, organizar comidas familiares. En la medida en la que la minusvalía lo permita, se podrá hacer una actividad u otra.

Damián Montero

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