Actualizado 22/06/2022 14:10

Controla el estrés y reduce el riesgo de ictus: 7 consejos

Controlar el estrés y reducir el riesgo de ictus
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El estrés es uno de los mayores factores de riesgo de ictus entre las mujeres. Aproximadamente 16.000 españolas mueren cada año por un Ictus, más del doble que por cáncer de mama y hasta 14 veces más que por accidentes de tráfico, según el Instituto Nacional de Estadística (INE).Cada año, casi 130.000 personas sufren un ictus en España, lo que supone un ictus cada seis minutos.

La prevalencia del ictus entre las mujeres es mucho mayor que en los hombres, por eso, "es importante tanto en personas jóvenes como en mayores, tener una buena gestión diaria del estrés, al igual que estar bien formado e informado para poder detectar los síntomas de un ictus y reaccionar a tiempo", afirma la Dra. Almudena Castro, Coordinadora de la Unidad de Rehabilitación Cardíaca del Hospital La Paz de Madrid, Presidenta de la sección de Cardiología Preventiva y Rehabilitación Cardiaca de la SEC y Directora de Mimocardio.

De los casi 130.000 casos nuevos de ictus que se producen anualmente en España, el 20% tienen secuelas graves que pueden ir desde problemas en el habla y el lenguaje, hasta incluso la paralización de parte del cuerpo. Sin un buen tratamiento a tiempo la discapacidad puede ser muy grave. Según datos del Instituto Nacional de Estadística, los infartos cerebrales son la primera causa de muerte en mujeres con más de 16.000 muertes, más del doble que por cáncer de mama y unas 14 veces más que por accidentes de tráfico. Si nos referimos a discapacidades, el ictus es la primera causa tanto en hombres como en mujeres en España.

7 consejos para controlar el estrés

1. Practicar mindfulness. En la sociedad actual, estamos expuestos a continuas presiones que provocan tener una mente errante, totalmente dependiente de los estímulos y distracciones externas. El mindfulness es una filosofía de vida que incluye la práctica de la meditación para mejorar nuestra calidad de vida. La práctica del Mindfulness tiene una larga lista de efectos beneficiosos, incluye un sistema inmunológico más fuerte, una presión arterial más baja, estrés reducido, mejor sueño, mejor función cognitiva, mayor satisfacción... Y, por supuesto, un mayor bienestar y una mejora de la calidad de vida.

2. Abandonar la multitarea. Lo que los estudios confirman ahora sobre multitarea, es que las personas que la llevan a cabo, en realidad hacen menos y pierden información. Es más, la gente acostumbrada a la multitarea tiene al estrés como compañero inseparable. Se ha demostrado que la eficiencia puede caer hasta en un 40% en las tareas que se están realizando. Además, la memoria a largo plazo sufre, la capacidad de concentración cae en picado, la creatividad se reduce y el estrés aumenta.

3. Practicar técnicas de relajación. Una buena forma de lidiar con el estrés del día a día es realizar y aprender nuevas técnicas para relajarse (yoga, pilates, tai chi, etc.), ya que éstas ayudan a disminuir el ritmo cardíaco y reducir la presión sanguínea.

4. Hacer deporte. Realizar actividad física todos los días es la mejor y más fácil manera de combatir el estrés. Practicar deporte ayuda a eliminar las hormonas propias del estrés (como el cortisol) y a liberar endorfinas (hormonas que producen sensación de bienestar). Por eso, la OMS recomienda 30 minutos diarios de ejercicio físico para evitar problemas de salud, sobre todo en pacientes anticoagulados.

5. Dieta saludable. En el caso de los pacientes anticoagulados, se recomienda una dieta cardiosaludable, baja en sal y rica en frutas, verduras y legumbres. Además, de incrementar la ingesta de aves y pescado en detrimento de las carnes rojas. Comer alimentos saludables ayuda a dar energía al cuerpo y a la mente.

6. Disfrutar de tiempo libre. Piensa en algo que te apasione, que te encante hacer y encuentra por lo menos un hueco a la semana para incluirlo. El apoyo social y el afecto son imprescindibles para nuestro bienestar. Son muchas las actividades que permiten romper con la situación de estrés y, por tanto, alejarse de él.

7. Cambiar de hábitos. Aumentar la energía es el objetivo principal en épocas de estrés, cansancio, frustración. Por eso, debemos seguir un estilo de vida saludable, una alimentación adecuada y cuidar con mimo de nuestra belleza. Si llevamos a cabo estas pautas, nuestro bienestar saldrá beneficiado y las ganas de hacer cosas aumentarán.

Mónica Esgueva      

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