La adicción a los videojuegos puede prevenirse desde edades tempranas.
La adicción a los videojuegos puede prevenirse desde edades tempranas. - ISTOCK

Los videojuegos se han convertido en una nueva forma de ocio que está presente en muchos hogares. Los hay de muchos tipos y para todos los gustos, e incluso pueden llegar a tener beneficios si se usan de forma correcta. Sin embargo, en muchos casos el uso de estos artículos termina generando una dependencia en los jóvenes que altera su día a día.

De hecho, desde este 2018 la OMS considerará que la adicción a los videojuegos es una enfermedad mental. Sin embargo, como todo problema, puede prevenirse y evitar que las nuevas generaciones terminen desarrollando esta dependencia hacia esta forma de ocio electrónico. Con ello se prevendrá las consecuencias negativas de este abuso como por ejemplo la dedicación casi exclusiva a estas actividades.

Por qué se genera esta dependencia

El primer punto para tratar la adicción a los videojuegos es entender por qué se produce. Desde el Centro de Psicología Bilbao se explica que esta dependencia comienza como una forma de invertir el tiempo libre por parte de los jóvenes que poco a poco va estando más presente en su vida hasta que no son capaces de encontrar otra forma de diversión.

Por un lado, la adicción a los videojuegos puede relacionarse con una personalidad dependiente ya que existen individuos que muestran más facilidad a la hora de desarrollar una adicción. Por otro lado, también puede responder a la sensación de lejanía respecto a familiares o a los amigos. Al no sentir esta compañía, el joven encuentra la respuesta en estos mundos virtuales.

En el caso de la soledad, los psicólogos de este centro destacan que el bullying y la ausencia de amigos en los jóvenes pueden convertirse en un factor determinante. El tiempo que debería invertirse en quedar con este grupo, termina dedicado a los videojuegos en donde estos mundos virtuales suponen una forma de evadirse e incluso la posibilidad de hacer amistades virtuales.

La satisfacción que se encuentra en los videojuegos, termina por provocar esta dependencia en los niños. Una adicción que puede derivar en una alteración del día a día de los jóvenes y hacer que por ejemplo su ritmo escolar se vea alterado e incluso sus relaciones interpersonales con sus propios familiares y terminando por hacer que el niño no sepa manejarse en ambientes sociales.

Prevenir adicción a los videojuegos

Como se ha visto, la ausencia de compañía es uno de los factores que pueden propiciar la adicción a los videojuegos. En primer lugar, los padres deben asegurarse de que sus hijos tengan buenas relaciones dentro del colegio y tratar de que sus hijos participen, desde muy pequeños, en actividades como las fiestas de cumpleaños a las que sean invitados.

Otra buena idea es proponer alternativas más sanas, un ejemplo es que llegado el fin de semana la familia no se quede en casa y salgan a dar un paseo o visitar un museo. No hay que permitir que el videojuego se convierta en la forma de ocio más habitual para los niños. Una buena clave es encontrar interés a partir de los juegos que sean del gusto del pequeño.

Por ejemplo, si le gustan los videojuegos de fútbol, aprovechar el fin de semana para ir con los hijos al parque y jugar a este deporte en compañía de la familia. También es recomendable imponer horarios a los más pequeños de la casa con el fin de repartir esta forma de ocio y evitar que se convierta en la única actividad que el joven realice a lo largo del día.

Damián Montero

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