Cómo hacer que los niños sepan manejarse en la calle
Cómo hacer que los niños sepan manejarse en la calle - ISTOCK

Ser inteligente es una afirmación en la que entran muchos factores. Son muchas las destrezas que posee una persona que recibe este adjetivo, no solo la de dominar las habilidades necesarias para sacar adelante las obligaciones académicas. También saber manejarse por distintos contextos con soltura.

Uno de los entornos en donde debe aprender a moverse el niño es la calle. En este espacio pasan muchas horas, tanto para jugar como para ir a realizar sencillas compras junto a sus padres. Enseñar estas destrezas permitirá que los pequeños ganen más autonomía.

Extraños y entorno

La primera lección que deben aprender los más pequeños en la calle es que no deben hablar con desconocidos. Por muy buenas intenciones que parezca tener un extraño, no hay que confiar en esta apreciación. En escenarios como la salida del colegio o al jugar en un parque, sólo hay que dejarse guiar por aquellas personas que guarden una estrecha relación con la familia: padres de amigos.

En el caso de que un extraño empiece a molestar a los más pequeños, éstos deben hacerlo saber a sus padres antes de que la situación vaya a peor. Para evitar estos problemas, los niños también deben mantenerse siempre a la vista de sus padres para que estos puedan reconocer potenciales situaciones de peligro tales como caídas o que un desconocido empiece a incordiarlos.

Este último apunte también debe aplicarse en otras situaciones como por ejemplo visitas a amigos o cumpleaños en donde tenga que salir de casa. En estos contextos los hijos deben comunicar a sus padres las localizaciones a las que acuden o los puntos de encuentro para los momentos en donde deban ser recogidos una vez que termine el evento y en el caso de cambios, comunicarlos a los adultos.

Evitar quedarse a solas

Otro de los puntos que deben tenerse en cuenta a la hora de salir a la calle es que el niño nunca debe quedarse a solas. La presencia de un amigo o de un adulto junto al grupo de menores permitirá que en caso de problemas, los adultos conozcan esta situación. La misión de los padres es la de enseñar a los más pequeños a reconocer los lugares seguros, tanto para prevenir accidentes mientras juegan, como para saber en qué localizaciones pueden haber otros problemas.

Los padres también deben brindar a los más pequeños información sobre dónde acudir en el caso de que surja algún problema. Comisarías, bares concurridos de gente, grupos de adultos con hijos, Todos ellos pueden brindar a los niños ayuda en el caso de que se sientan acosados o molestias por un desconocido. Al mismo tiempo, los adultos deben hacer saber a los menores que no son menos valientes si se grita ante el miedo.

Damián Montero

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