Actualizado 22/06/2022 12:15

6 ideas para divertirse con los niños en verano

Volar cometas
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Cuando comienzan las vacaciones de verano del colegio, tenemos casi tres meses de tiempo libre por delante, que dan mucho de sí. Los pequeños necesitan divertirse realizando un sinfín de juegos, pero también actividades que les supongan constancia y responsabilidad. Estás ideas os ayudarán a pasar un verano especial, interesante y muy divertido.

6 ideas para pasar un estupendo verano

1. Volar cometas. En la actualidad, existen diversos tipos de cometas. Todos comenzamos por las más sencillas, de un solo hilo, que incluso pueden construirse en casa. Sin embargo, existen otras de dos hilos, llamadas acrobáticas, que conceden muchos momentos de diversión. No es difícil iniciarse, aunque existen ciertas figuras en el aire que requieren mucha técnica y entrenamiento. Para conseguir una cometa de dos hilos lo mejor es comprarla, a partir de las 4.000 ptas. Después solo hace falta que corra un poco de aire.

Proponemos la construcción de una cometa distinta y sencilla, un modelo llamado avión construido con corcho blanco. Vamos a necesitar una plancha de unos 8 mm. de espesor, que recortaremos según el esquema de las figuras (el recorte del corcho se puede realizar con segueta, cutter o hilo incandescente). Aunque el avión se puede hacer más grande con este espesor de corcho, recomendamos que la escala utilizada sea de 2 x 2 cm. cada cuadrícula.
Los dos rectángulos del cuerpo del avión son para el encaje de las alas y el timón de cola. La brida es un hilo continuo, de unos 50 cm., que se ata en los puntos señalados en la parte baja del cuerpo del avión. El hilo de vuelo se ata sobre la brida en un punto a unos 10 cm. del morro del avión. La decoración se debe realizar con pinturas al agua. Asimismo las piezas, que pueden ir encajadas simplemente a presión, podrían ser pegadas con pegamento especial para este material. (Publicado en el boletín Comevientos nº 4, octubre 1996.

2. Cocinar. A los chicos les encanta cocinar y se les puede enseñar desde muy temprano a hacer recetas sencillas. Aunque pueda parecer un estorbo, la verdad es que con un poco de visión de futuro, cuanto más tiempo pasemos enseñándoles, más tiempo libre tendremos más adelante. ¡Es una gran inversión! Quizá una fiesta de cumpleaños o una merienda de especial sirva de excusa perfecta para iniciarles en este mundo misterioso.

Como lo que se trata es de proporcionarles aficiones y actividades que supongan una constancia y que les ayuden a aprovechar el tiempo, podemos llevar a cabo otra idea. Dependiendo de la edad de cada uno de los chicos, quizá podamos encargarles a ellos de los desayunos, en concreto de los zumos. Si disponemos de una licuadora, será muy fácil; en caso contrario, con un exprimidor. También pueden encargarse de los aperitivos o de pelar y cortar las patatas fritas. Pero se trata de que no lo hagan solo un día, sino de que exista una responsabilidad.

3. Tablero de diseño. No existen reglas que indiquen cómo debe utilizarse un tablero de diseño. Además, resulta muy sencillo prepararlo. Todo vale. Se pueden dibujar objetos reales o abstractos, figuras planas o en relieve. Se pueden hacer diseños de cualquier tipo con diferentes clases de hilos, lanas, hebras, gomas elásticas y demás. Se puede dibujar una pluma, hojas o ramitas. Este tablero sirve para hacer una obra de arte que puede exponerse en algún rincón de la casa. También se puede desmontar el diseño y crear otro nuevo tantas veces como se quiera.

Para construirlo: Buscaremos un pedazo de madera, de entre 25 y 30 cm. De lado y 1 ó 2 de espesor, aunque cualquier tamaño puede servir. Hay que comprobar que no tenga astillas o bordes que pinchen. Con el martillo, clavaremos los clavos en cualquier sitio, pero a una distancia de unos dos centímetros entre sí. Hay que clavarlos aproximadamente hasta la mitad, para que queden firmes, pero al mismo tiempo dejando un centímetro sin clavar. Es mejor utilizar clavos con la cabeza ancha... y ya se puede empezar a dar rienda suelta a la imaginación.

4. Comedero de pájaros. Dar de comer a los pájaros del barrio puede convertirse en una actividad muy gratificante. Para ello construiremos un comedero que se puede poner en la ventana o colgar de un árbol, con cuidado para que no lleguen hasta él gatos o perros. Descubriremos unas mascotas distintas e interesantes, aprendiendo al mismo tiempo lo que significa la responsabilidad de cuidar a un ser vivo. Aunque conserven su libertad, año tras año, los mismos pájaros seguirán visitándonos si saben que van a encontrar comida. Por eso, al crear el comedero también contraen la obligación de mantenerlo siempre provisto, sobre todo durante los meses de invierno, porque muchas aves se acostumbran a depender de él como única fuente de alimentación.

Buscaremos dos tapas de frasco con un diámetro similar al del bollo o la rosquilla que vayamos a usar. Haremos un agujero en el centro de cada tapa, pasando un clavo largo y doblando la punta para que no se desmonte, o ponerle un taquito de madera. Después, solo hace falta un nudo debajo de la cabeza del clavo para colgarlo de una cuerda. También se puede clavar en la rama de algún árbol. Lo importante es elegir un lugar donde podamos observar cómo se alimentan los pájaros. Tal vez haya que esperar unos cuantos días hasta que se acerquen, pero cuando lo hagan, no dejarán de visitarnos. Hay que comprobar cada cierto tiempo si todavía les queda comida y, cuando se acabe, les podemos dar a probar un dulce distinto.

5. Arquitectos. Utilizando guisantes para unir los palillos, se pueden construir miles de modelos, las estructuras más abstractas o más increíbles, catedrales o rascacielos. Este juego desarrolla la habilidad de los niños, ya que los impulsa a crear modelos cada vez más imaginativos y creativos. No existen reglas predeterminadas. Es muy barato y los modelos construidos son permanentes. Necesitaremos guisantes secos y palillos. Es necesario preparar los guisantes con tiempo, metiéndolos en un tazón lleno de agua entre 6 y 9 horas, por ejemplo, toda una noche y así estarán listos por la mañana. Así, los guisantes quedarán blandos, pero hay que tener cuidado de que no permanezcan demasiado tiempo en agua porque empezarán a germinar.

Busca una caja de palillos, mejor si son redondos. Los modelos se montan utilizando los guisantes como conectores en los que se pincharán los palillos. Los guisantes pequeños son mejores. Los modelos pueden ser tan complejos o sencillos como queramos, pero una vez que comiences el modelo se debe terminar y luego guardarlo para que se seque. En un par de días, los guisantes se secan y se contraen, de modo que el conector queda firme.

6. Pompas de jabón. No hay nada más divertido que hacer pompas de jabón. En realidad, las pompas de jabón esconden muchos secretos. ¿Creíamos que las pompas explotan inevitablemente después de unos segundos? Unos científicos han logrado conservar una pompa entera durante más de dos años. Además, la pompa es una de las cosas más delgadas que puede verse sin la ayuda de un microscopio. De hecho, la pared de la pompa de jabón es cinco mil veces más delgada que un cabello.

Para preparar el agua con jabón echaremos un par de centímetros de agua en un recipiente poco profundo y añadiremos tres o cuatro chorritos de detergente. Hay que mezclar la solución suavemente para no levantar mucha espuma. Si quieres probar con una solución que te permita hacer pompas más grandes y más duraderas, añade un poco de glicerina.

Se pueden hacer bombas con pajitas, cortando en diagonal la punta de la pajita. La punta cortada se introduce en la solución jabonosa y se sopla suavemente por el otro extremos. También con un vaso de plástico: perforaremos la base, introduciremos la boca del vaso en al agua y soplaremos por el agujero.

Fuente: Ideas tomadas de El mundo de los juguetes. S. Caney. Emecé.

Ricardo Regidor
Asesoramiento: Jesús Mendive. Profesor de Educación Primaria