Actualizado 22/06/2022 10:48

La inversión emocional: ¿por qué nos cuesta dejar lo que nos hace daño?

La inversión emocional
ISTOCK

Cuando algo nos hace daño, sabemos que tenemos que desprendernos de ello, pero no siempre es tan sencillo. ¿Por qué nos cuesta tanto dejar una amistad que nos hace daño y siempre damos una oportunidad esperando que las cosas mejoren? ¿Por qué nos cuesta abandonar un trabajo aunque no estemos de acuerdo con las condiciones, y esperamos a que funcione o nos reconozcan los méritos? El efecto de la inversión emocional puede explicarnos nuestra resistencia a desprendernos de lo que nos hace daño.

El fenómeno de la inversión emocional

La vida es un largo viaje repleto de experiencias a lo largo del cual debemos esforzarnos por lograr nuestras metas, superar las dificultades y por avanzar. A veces esto puede ser complicado, y en algunos momentos o situaciones tendremos que parar, tomar aire y puede que cambiar nuestro camino, abrir nuevas puertas y cerrar aquellas puertas que han resultado perjudiciales.

Cuando hemos dedicado mucho tiempo a algo y hemos invertido nuestros sueños, emociones y tiempo, nos resistimos a abandonar y solemos aferrarnos a cualquier precio, aunque nos haga daño. Esto es el fenómeno de la inversión emocional, es una trampa muy peligrosa que nos encadena a lo que nos hace mal.

El fenómeno de la inversión emocional es muy común, a veces nos aferramos a relaciones, a amistades y también negocios o trabajos. Cuando invertimos nuestras ilusiones y dedicamos todo nuestro esfuerzo en algo, nos resistimos a reconocer que no funciona y seguimos invirtiendo haciendo que cada vez sea más complicado desprendernos. Por ejemplo: una persona invierte en un negocio, tiempo, dinero, trabajo, e ilusiones, pero por desgracia el negocio no funciona. La persona en lugar de reconocerlo y desprenderse de un negocio que le hace perder tiempo, dinero y no le deja avanzar por otro lado se aferra. Al aferrarse continua aumentando su inversión emocional y cada vez será más difícil dejarlo.

Lo mismo ocurre con algunas relaciones de pareja. Tras muchos años juntos algunas personas se aferran a una relación tóxica, aunque la pareja les perjudica y la relación ya no funcione. Así acaba desgastándose la relación y afectando al bienestar de la persona.

¿Cuál es el mecanismo del efecto de la inversión emocional?

El mecanismo que explica el efecto de la inversión emocional se sustenta en nuestras creencias y pensamientos acerca de la situación y acerca de la inversión.
Reconocer que algo no funciona y que debemos desprendernos de ello, para muchas personas es interpretado como un reconocimiento de que todo el esfuerzo no ha servido de nada. Con estas creencias aparece la sensación de sentirse fracasado y esto es un duro golpe para la autoestima, sería algo así "si me he esforzado y no ha salido es porque yo no soy suficiente bueno, da igual lo que haga, soy un fracaso".

Por eso nos resistimos a soltar, a dejar ir. Es un mecanismo muy complejo que ocurre a nivel inconsciente y que nos impide avanzar. Para librarnos del efecto de la inversión emocional deberíamos reformular las creencias y combatir el mecanismo.

Cómo superar el efecto de la inversión emocional

Superar el efecto de la inversión emocional es fundamental, ya que si nos aferramos a lo que nos hace daño, no solo sufrimos, sino que además no avanzamos. Tendemos a apegarnos a lo que nos fue útil en un pasado, a lo que parecía bueno, pero las situaciones cambian y nosotros también, y madurar significa aprender a soltar.

1. Cambia tu manera de pensar. Piensa que toda inversión supone una experiencia, aunque no funcione. Ten en cuenta que los fracasos te ayudan a evolucionar, y a saber más de ti y más de lo que quieres. No pienses que has fracasado en un negocio o en una relación, piensa en lo que has aprendido.

2. Plantéate objetivos. Visualiza donde quieres estar dentro de unos años, y que tienes que hacer para lograrlo. ¿Realmente piensas que aferrándote a la situación actual llegarás a tu objetivo?

3. Ten en cuenta que aferrarse a algo provoca desgaste. Anota en una lista las sensaciones de desgaste, te ayudará a ser más consciente de las mismas y te dará fuerzas para avanzar.

4. Empieza a mirar al futuro como una oportunidad.

Celia Rodríguez Ruiz. Psicóloga clínica sanitaria. Especialista en pedagogía y psicología infantojuvenil. Directora de Educa y Aprende. Autora de la colección Estimular los Procesos de lectura y escritura.

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