Actualizado 23/01/2017 10:15

Estimulación para niños con retraso en el lenguaje

Pautas para el desarrollo del lenguaje del bebé
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Nuestro lenguaje nos ayuda a cubrir algunas necesidades del ser humano: como expresar nuestro estado de ánimo, ofrecer, pedir e intercambiar información. El retraso en el desarrollo del lenguaje o cualquier otro problema del lenguaje ya sea oral o escrito rápidamente se complica con otros problemas, ya que complica la sociabilidad del niño y su integración en el grupo terminando por aislarse por no entender ni ser entendido.

El lenguaje tiene un periodo crítico de desarrollo de 0 a 6 años, lo que significa que a partir de este período es mucho más difícil aprenderlo. Por ello, es normal que nos preocupemos, cuando  percibimos que nuestro/a hijo/a no habla igual que sus compañeros, por ejemplo dice apenas unas palabras o cuando las dice no se le entiende, porque podemos estar ante un problema de retraso en el lenguaje o en el desarrollo del habla.

Pautas para ayudar a los niños a desarrollar el lenguaje

Tanto para los niños con dificultades en el desarrollo del lenguaje como para los que no tengan estas dificultades existen algunas pautas y actividades que se pueden hacer con niños/as de 2/3 años:

-   Usa un lenguaje claro y sencillo que sea fácil de imitar.

-   Muestra al niño que te interesas por lo que dice al repetir sus palabras y añade información adicional. Por ejemplo, si el niño dice "flor bonita", puedes responder diciendo: "Sí, esa flor es muy bonita. Es de color rojo. Huele muy rico. ¿Quieres oler la flor?".

-   Devuélvele la palabra mal articulada para que pronuncie bien varias veces.

-   Demuestra al niño que para ti lo que él tenga que decir es muy importante al pedirle que repita lo que no pueda entender por completo. Por ejemplo, "Sé que quieres un bloque. Dime otra vez qué bloque quieres".

-   Ayuda al niño a expandir su vocabulario. Introduce nuevas palabras leyéndole libros que tengan una oración sencilla en cada página.

-   Nombra objetos y describe las ilustraciones del libro. Presenta sinónimos para las palabras familiares (ej., mami, mujer, señora) y usa el nuevo vocabulario en oraciones para ayudar al niño a aprender las palabras en su contexto.

-   Pon objetos dentro de un cubo y pide al niño que los saque de uno en uno, diciendo cómo se llaman. Repite lo que el niño diga y añade información adicional: "Esto es un peine. Sara se peina el cabello". Saca los objetos del cubo y ayuda al niño a agruparlos por categoría (ropa, alimentos, artículos para dibujar, etc.).

-   Recorta fotos de revistas viejas y haz un álbum de objetos familiares. Ayuda al niño a pegar las fotos en el álbum. Practicad a nombrar lo que ilustran las fotos, usando gestos y palabras para demostrar cómo usar los objetos.

-   Mirad fotos de la familia e indica quién aparece en las mismas. Usa frases y oraciones sencillas para describir lo que ilustran las fotos (ej., "Raúl nada en la piscina").

-   Escribe frases sencillas debajo de las fotos describiendo lo que ilustran. Por ejemplo, "Puedo nadar", o "Feliz cumpleaños, papi". El niño comenzará a entender que la lectura es la expresión escrita del lenguaje oral.

-   Haz que el niño tome decisiones al contestar preguntas, en vez de hacer preguntas que pueda contestar simplemente con un "sí" o un "no". Por ejemplo, pregunta "¿Quieres un vaso de agua o un vaso de leche?" en vez de preguntar "¿Quieres leche?, ¿Quieres agua?". Asegúrate de esperar por la respuesta y de alentar al niño cuando pueda comunicar con éxito lo que desea: "Gracias por decirle a mamita lo que quieres. Mamita te va a dar un vaso de leche".

-   Continúa cantando canciones, jugando juegos con las manos y los dedos ("Este cerdito fue al mercado*") y recitando rimas infantiles ("Ada, la desordenada"). Estos juegos y canciones enseñan al niño sobre los ritmos y sonidos del lenguaje.

-   Reafirma las destrezas de comprensión del lenguaje del niño jugando a "sí o no": "¿Eres una niña?, ¿Es eso una cebra?, ¿Te llamas Patricia?".

-   Desarrolla la atención por los sonidos, por ejemplo, los ruidos de los coches, la gente en la calle o la música. Conviene que aprendan a escucharlos para poder diferenciarlos.

-   Desarrolla los músculos implicados en el habla, para lo que son apropiados los juegos de estimulación tales como soplar, masajear la boca y la cara, sacar la lengua, imitar expresiones faciales, dar besos, etc.

El tratamiento estará enfocado hacia la estimulación del lenguaje oral, la comprensión, la percepción espacio-temporal, la secuenciación, la clasificación y categorización etc., que ayuden al niño a organizar su pensamiento y le sea más fácil entender y expresar.

Sofía de la Fuente Peñin. Logopeda. Colegiada nº M-28008
María Luisa Juárez Méndez. Psicóloga. Colegiada nº M-23835.

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