Actualizado 07/08/2020 12:54

La mayor exposición a la contaminación ambiental aumenta el riesgo de asma infantil

La contaminación del aire aumenta las posibilidades de desarrollar asma
Foto: ISTOCK Ampliar foto

La vida en las grandes urbes acarrea varios problemas de salud. Desde el aumento de los niveles de estrés por el acelerado ritmo de vida a otros relacionados con el estado físico. La gran presencia de coches y otros elementos emisores de gases nocivos hace que los niveles de contaminación aumenten, lo cual puede llegar a provocar la aparición de enfermedades como el asma.

Así lo determina una revisión de varios casos de asma infantil realizada por Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y de la Universidad de Leeds. En este trabajo se ha tratado de demostrar cómo una mayor exposición a la contaminación ambiental en los niños hace que tengan una mayor probabilidad de desarrollar esta afección respiratoria.

Aumento del asma infantil

Los responsables de este estudio revelan que en el mundo hay aproximadamente 334 millones de asmáticos, número en el que destacan los casos infantiles. La cantidad de menores que padecen esta afección respiratoria ha crecido de forma alarmante desde los años 50 sin parar en esta tendencia. En este punto los investigadores han querido comprobar hasta qué punto el aumento de la contaminación atmosférica provocada por el tráfico rodado en las grandes urbes ha tenido algo que ver.

Para comprobar esta hipótesis los investigadores revisaron cerca de 4.000 estudios epidemiológicos realizados entre 1999 y septiembre de 2016. También se analizaron los datos de 41 de estos trabajos, especialmente los que se llevaron a cabo en los últimos años. Lo que se buscaba era una relación entre el lugar de vivienda y la contaminación ambiental de esta zona de residencia, y la presencia o no de asma infantil.

Elementos nocivos

Según Haneen Khreis, investigadora de la Universidad de Leeds, gracias a esta revisión se han podido cruzar datos de múltiples casos y establecer una "asociación entre la exposición a la contaminación atmosférica y el desarrollo de asma infantil".

Esta nueva investigación demuestra que la exposición durante la infancia a elementos nocivos emitidos por los vehículos, como son el dióxido de nitrógeno, NO2, carbono negro u hollín y a las partículas en suspensión PM2.5 y PM10, aumenta las posibilidades de desarrollar asma.

"Nuestro análisis demuestra que los efectos más fuertes se asocian con las exposiciones al carbono negro, un marcador específico en los tubos de escape de los vehículos y un contaminante relacionado con motores diésel", afirma la doctora Khreis quien también puntualiza que "se necesitan más investigaciones para sacar conclusiones definitivas". Estos nuevos estudios deberían incluir, en su opinión, la exploración de los contaminantes que van más allá de los tubos de escape.

Otro de los investigadores de este trabajo, Mark Nieuwenhuijsen, señala que es necesario adoptar medidas para preservar la salud a largo plazo de las generaciones más jóvenes. Este profesional advierte de que ya en 2015 aproximadamente el 70% de la población mundial vivía en grandes urbes, donde su exposición a estos agentes contaminantes era constante.

Damián Montero

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