Actualizado 24/02/2016 11:47

Desarrollan una nueva técnica no invasiva para detectar celiaquía en niños

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Celiaquía
Foto: DESIGNER491/THINKSTOCK Ampliar foto

Conocer que nuestro hijo es celiaco puede resultar doloroso... literalmente. Por eso, cualquier avance en el campo de las enfermedades (y su diagnóstico  precoz) es una buena noticia. En esta línea, científicos de la Universidad de Granada acaban de desarrollar un nuevo sistema, económico y rápido, para averiguar si un niño de entre dos y cuatro años sufre celiaquía silente.

La principal aportación de esta nueva técnica no invasiva es que permite diagnosticar la celiaquía silente sin realizar una extracción de sangre, lo que aminora el dolor para el pequeño. La celiaquía silente es aquella que pasa desapercibida a ojos del médico ya que tiene síntomas menores que pueden llegar a ser incluso imperceptibles para el propio paciente.

Según han explicado desde la UGR en un comunicado, este sistema no precisa personal experimentado, aunque la interpretación sí debe ser realizada por personal sanitario. Además, se trata de una opción rápida (se realiza en 10 minutos) y económica (10-12 euros por dispositivo) y, lo más importante, "se trata de un método menos invasivo que la extracción sanguínea".

Investigación sobre la celiaquía

Esta innovación científica ha sido desarrollada por Mª Vega Almazán Fernández de Bobadilla, investigadora del departamento de Pediatría de la Universidad de Granada, que trabaja en un proyecto dirigido por José Maldonado Lozano. Parte de sus resultados han sido publicados en la revista Pediatric Research.

"La idea de realizar este trabajo surgió para tratar de responder a la pregunta clínica surgida de mi asistencia clínica diaria: ¿qué prevalencia oculta o silente existe de la enfermedad celiaca en nuestro medio?", explica Almazán, que es pediatra en el Centro de Salud de Maracena, en Granada.

Enfermedad celiaca silente

La celiaquía es una enfermedad sistémica causada por una intolerancia permanente al gluten de la dieta (contenido en el trigo, cebada y centeno). Tal y como explican desde la UGR, esta enfermedad "se manifiesta mediante síntomas intestinales (mal absorción intestinal, distensión abdominal, diarrea, dolor abdominal) y con síntomas extradigestivos (cutáneos, dolores articulares, cefalea, etc.".

En el caso de la celiaquía silente, sin embargo, esta enfermedad pasa desapercibida tanto para el médico como para el paciente "por tener síntomas menores imperceptibles", lo que hace muy difícil su diagnóstico.

Actualmente, para diagnosticar la enfermedad celiaca es necesaria la combinación de una sintomatología clínica, un estudio en sangre de anticuerpos de enfermedad celiaca positivos y un estudio histológico compatible mediante biopsia intestinal.

Con el objetivo de estudiar la prevalencia silente de la celiaquía entre los 2 y 4 años, estos investigadores de la Universidad de Granada utilizaron unos dispositivos novedosos que permiten detectar los marcadores de la enfermedad (autoanticuerpos) en la sangre capilar del paciente.

"Basta con una punción en el pulpejo del dedo del niño para extraer una gotita de sangre que se depositará en el dispositivo y, en caso de que el  sujeto padezca la enfermedad, aparecerá una línea color rosada, similar a la de los tests de embarazo, lo que significará que en su sangre existen esos autoanticuerpos característicos de la enfermedad", explica Mª Vega Almazán.

Estudio sobre la celiaquía con 198 niños

Eso sí, si el resultado sale positivo, será necesario hacer una analítica de sangre y medir los anticuerpos de la enfermedad por otros métodos. Aún así, si sale negativo habremos descartado la enfermedad de un modo bastante seguro y, de paso, habremos ahorrado dolor al pequeño. "Como hemos visto en nuestro estudio, un resultado negativo de la tira reducía la probabilidad de ser celiaco a cero, dado su elevado valor predictivo negativo", argumenta la investigadora.

La UGR asegura que este estudio permitió detectar a seis niños celiacos de 198 estudiados (lo que supone una prevalencia muy elevada de un tres por ciento, superior a la media europea), cuando todos ellos eran asintomáticos o con síntomas menores imperceptibles que no habían llevado a consultar con su pediatra por este motivo.

"Se trata de un estudio novedoso, pues  a nivel español y europeo son pocos los trabajos publicados con estos dispositivos en población aparentemente sana", comenta al respecto Almazán, que señala que dispone de este  tipo de métodos diagnósticos en la consulta del médico de cabecera o del pediatra "permitiría encontrar los casos de enfermedad celiaca que no se diagnostican debido a su sintomatología atípica y evitar procedimientos y derivaciones innecesarias, ya que un resultado negativo evitaría la necesidad de extracción sanguínea o de derivación a consulta especializada".

Ángela R. Bonachera

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