Durante los primeros años de vida, es muy común que los niños y los lactantes sufran episodios de gastroenteritis. Los pequeños son una diana perfecta para bacterias y virus, puesto que sus sistemas inmunitarios están menos desarrollados que los de los adolescentes o los adultos, y algunos trastornos que padecen pueden resultar graves si no se tratan adecuadamente.
El rotavirus, que causa la enfermedad diarreica aguda, es un virus común en los niños de entre 1 y 5 años de todo el mundo. Cuando un niño sufre una gastroenteritis, es importante saber la causa para actuar con rapidez, sobre todo si el agente que la desencadena es el rotavirus, un patógeno que afecta al 95 por ciento de los niños hasta los 5 años y que es muy fácil de transmitir entre los menores e, incluso, a los adultos.
Aunque la mortalidad por rotavirus es muy pequeña en los países de industrializados, genera una carga económica importante en los sistemas de salud.
¿Qué es el rotavirus?
El rotavirus es un virus infeccioso que genera patología diarreica severa, principalmente en invierno y primavera, es decir, entre noviembre y abril. Cuando un niño se contagia, tarda dos días en desarrollar la enfermedad. Una vez que comienzan los síntomas, pueden durar entre tres y ocho días.
Principales síntomas que causa el rotavirus en los niños
- Náuseas o vómitos frecuentes
- Diarrea líquida profusa
- Fiebre
- Deshidratación, sobre todo en los lactantes. Ésta se puede detectar si el niño tiene la boca seca, no le salen lágrimas con el llanto, no hace pis o moja el pañal durante varias horas, se marea al estar de pie, tiene los ojos hundidos o presenta una zona blanda en la parte superior de la cabeza (fontanela).
¿Cómo prevenir el rotavirus?
Para evitar que los niños se contagien, es aconsejable:
- Higiene: llavarse las manos de manera continua, llevar una buena higiene en casa y de los objetos que tocan los menores.
- Contactos: evitar que los pequeños vayan al colegio si están enfermos.
- Alimentación: no cocinar con mucho tiempo de antelación a la ingesta y manipular los alimentos de manera adecuada. Es recomendable lavar bien las frutas y verduras crudas, cocinar muy bien la carne y los huevos. También hay que asegurarse de que el agua que se consume es segura.
- Suplementos: administrar probióticos.
- Lactancia: para los pequeños, un buen escudo protector es mantener la lactancia materna por lo menos hasta el primer año de vida.
¿Cuándo acudir al médico?
Se debe llevar al niño al médico cuando los padres detecten algunos de estos síntomas:
- las deposiciones demasiado frecuentes
- muchos vómitos
- presenta mal estado general
- el niño se encuentra decaído, triste e inapetente.
¿Cómo se trata el rotavirus en los niños?
Generalmente, una gastroenteritis infecciosa se cura de forma natural en unos días, cuando se elimina el patógeno a través de las deposiciones y los vómitos, pero para ayudar a acelerar este proceso y que las consecuencias no sean graves, se aconseja:
- Una hidratación adecuada, en pequeñas cantidades para que no inducir los vómitos. Se puede evitar la deshidratación mediante preparados ricos en sales y azúcar, tanto los que se venden en las farmacias como los que se pueden preparar en el hogar.
- Ofrecer comida, pero sin forzar y siempre alimentos sin grasa.
La vacunación, recomendada pero no obligatoria en España
La Organización Mundial de la Salud recomienda que la vacuna contra el rotavirus a los lactantes se incluya en los programas de inmunización nacionales. Aunque no está en el calendario vacunal pediátrico de España, la Asociación Española de Pediatría AEP la contempla entre las vacunas recomendadas, es decir, aquellas que deberían recibir todos los niños pero que son menos necesarias que otras y que su financiación pública puede suponer un problema económico.
Se calcula que antes de que se introdujera la vacuna contra este virus en España de manera opcional para los padres, había más de 180.000 episodios anuales de gastroenteritis aguda en niños de menos de 5 años, con más de 14.000 hospitalizaciones, 40.000 visitas a urgencias y 48.000 a servicios de atención primaria.
Dra. Paloma Nacher. Neonatóloga del Hospital La Milagrosa de Madrid
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