Actualizado 06/02/2015 14:31

4 trastornos típicos del bebé recién nacido

Trastornos del bebé recién nacido
Foto: THINKSTOCK Ampliar foto

Hay determinados problemas de la salud del bebé recién nacido que pueden causar una gran alarma a los padres primerizos, pero sin embargo, a pesar del feo aspecto que pueden presentar, la solución es más fácil de lo imaginado, aunque tengamos que poner dedicación para controlar estas dolencias. Antes de llevarte sustos, descubre cuáles son los trastornos típicos del bebé recién nacido y cómo solucionarlos

La costa láctea del bebé recién nacido

¿Qué es? Es un problema muy común en el que la piel de la cabeza del bebé aparece seca y escamosa, llegando incluso a presentar un aspecto de costra gruesa y amarillenta. A pesar de su desagradable apariencia, es inofensiva.
No se sabe con certeza cuál es su causa, aunque se piensa que puede tener algo que ver la cantidad de hormonas que recibe el bebé de su madre en la última etapa del embarazo. No es contagiosa ni se produce por alergias ni falta de higiene.

¿Cómo se soluciona? La única solución es dejar que pase, es cuestión de tiempo que desaparezca, y lo hace en torno a los 6 ó 12 meses, aunque en algunos bebés perdura varios años. Para hacer más llevadera la situación, podemos lavarle al cabeza con más frecuencia y utilizar aceites puros en los casos más rebeldes para hidratar mejor su cuero cabelludo y facilitar la caída de escamas.
En caso de que la costra láctea sea especialmente llamativa, intensa y se propague por otras partes del cuerpo, podemos acudir al pediatra. Él nos recomendará un champú o cremas que crea adecuados.

El estrabismo fisiológico del bebé recién nacido

¿Qué es? Se trata de una anormalidad en la dirección del enfoque de los ojos, como si el pequeño estuviese "bizco", y que se produce por una falta de madurez en la musculatura de los ojos.

¿Cómo se soluciona? Habitualmente, el estrabismo del bebé se va a los seis meses, cuando ya ha adquirido cierto control sobre movimientos oculares. Pero si pasado este tiempo no desaparece o aparece repentinamente a partir de los cuatro meses en un bebé que no lo tenía, entonces debemos acudir al pediatra. Si no se trata a tiempo, puede tener complicaciones como la pérdida de visión en el ojo afectado. En caso de que haya que tratar el estrabismo, se valorará el procedimiento a seguir: parche, gafas o cirugía, según el caso.

Dermatitis del pañal en los bebés recién nacidos

¿Qué es? La piel del culito del bebé aparece roja, irritada y en ocasiones, tirante o con sarpullidos. Es común en niños de entre 4 y 15 meses de edad, y puede intensificarse cuando empiezan a comer alimentos sólidos. La causa está en una infección por una levadura u hongo que recibe el nombre de cándida.

¿Cómo se soluciona? Se deben seguir varias pautas:
- Cambiar el pañal a menudo.
- Limpiar con suavidad la zona, evitando frotar la piel.
- Podemos dejar que el área se seque al aire antes de poner el pañal.
- Utilizar pañales muy absorbentes y cambiar de marca en caso que produzca alergias.
En caso de que persista, sería bueno acudir al pediatra para que valores si se trata de una fuerte infección bacteriana u otro origen.

El eritema tóxico de los bebés

¿Qué es? También llamada "urticaria del recién nacido", afecta a bebés recién nacidos de entre los tres días y las dos semanas. Consiste en unos granitos rojos con la cabeza blanco-amarilla y con apariencia de picadura de insecto. Se presenta en brazos, piernas, pecho y espalda, acompañado de un ligero picor. A pesar del aspecto alarmante que puede presentar el bebé afectado, el eritema tóxico remite solo, ofreciendo apariciones y desapariciones repentinas hasta que se resuelve solo al cabo de dos semanas y termina por completo hacia los cuatro meses de edad.

¿Cómo se soluciona? Puesto que el eritema desaparece solo y no se conocen las causas, no tenemos más remedio que esperar a que se vaya. Es normal que los padres primerizos se asusten, pero han de saber que es una enfermedad benigna. Mientras dure el eritema, es bueno que lavemos al bebé con nuestras manos -bien hidratadas y procurando no arañarle-, evitando las esponjas o manoplas, que pueden dañarle.

Cristina Murcia