El
juego es una de las mejores herramientas a través de las que puede ir
aprendiendo un niño. En estas actividades pueden observarse muchos
comportamientos que den pistas sobre el desarrollo de los hijos. Su forma de relacionarse es una de ellas, y en ocasiones podemos ver cómo cada uno de los más pequeños realiza sus rutinas de forma individual sin interactuar con otros pequeños por muy cercas que estén.