La paciencia es una virtud que todos deseamos tener y que, especialmente como padres, necesitamos cultivar para lidiar con las situaciones diarias que se presentan al cuidar y educar a nuestros hijos. Sin embargo, muchas veces perdemos la paciencia con ellos y nos resulta difícil mantener la calma y la serenidad necesarias para actuar con sabiduría y amor.