En la vorágine de la vida moderna, donde el tiempo parece esfumarse entre responsabilidades y compromisos, es crucial detenerse y reflexionar sobre la esencia de lo que llamamos hogar. Más allá de las paredes que nos resguardan, ¿realmente estamos
construyendo un hogar para nuestros hijos? Hablamos de la diferencia entre casa y hogar, un sutil matiz que impacta en la
construcción de la familia y en el fundamento del amor hacia nuestros hijos.