Nadie dijo que el matrimonio fuese fácil, una vez iniciada esa senda, no abandonemos el camino para alcanzar esa plena felicidad.La relación de pareja es una gran aventura. Y como tal, puede pasar por momentos buenos y otros no tan buenos que pueden no ser fáciles de sobrellevar. Por eso es importante saber prepararse para que al final esa aventura resulte una experiencia maravillosa.Lo que pasa es que no siempre estamos preparados, ni tenemos en la mochila todas las cosas que vamos a necesitar a lo largo del camino, o no hemos aprendido a usarlas de modo que, cuando llega el momento, no sabemos cómo seguir avanzando. Es cuando llegan las tormentas, los lugares inaccesibles o ríos desbordados que nos impiden seguir la senda prevista.Y puede llegar entonces un punto en el que nos preguntemos si realmente esa era la aventura que queríamos vivir, y podríamos incluso mirara hacia atrás con melancolía o con dudas. Es en esos instantes difíciles cuando ya no vemos con claridad por qué empezamos el camino y tampoco divisamos la cumbre. La vemos lejos, demasiado lejos. Y entonces llega el "se nos ha acabado el amor" o el "ya no sé si nos queremos" que pone patas arriba una relación que empezó bien, que tenía todas las bases para que fuera bien, * pero que parece que deja de funcionar.Seguir el caminoEn estas circunstancias nos gustaría tener a mano la opinión de los expertos. Aquellos que han visto muchas aventuras como la nuestra y son capaces ejercer de guía para conducirnos por el camino más seguro, incluso durante la noche, porque conocen el camino; conocen la salida a cada recoveco o la roca firme en la que hay que apoyarse para cruzar ese río turbulento.Y nos gustaría recopilar toda esa información de los expertos para seguir avanzando en esta gran aventura. Eso es precisamente lo que ha intentado explicarnos Fernando Poveda, orientación familiar en IFFD y autor de La pareja que funciona: es posible auxiliarse en los conocimientos de los expertos en la vida de pareja y catalogarlos a modo de enseñanzas concretas, sencillas y aplicables a los casos reales del día a día. Lo ha resumido en una serie de claves para una relación estable y feliz que nos ayudan a conseguir que la pareja realmente funcione.Tómate en serio la vida de parejaLa primera clave parece obvia, pero para el autor resulta fundamental. Es la base porque si se vive, todas las demás claves van saliendo solas. Si un matrimonio se toma en serio su vida de pareja tiende a dedicar esfuerzo en su día para mantenerse informado, para seguir aprendiendo, para conocer cada día mejor al otro, para conocer cada vez mejor cómo es una relación entre un hombre y una mujer, las etapas por las que pasa, los baches que suele encontrarse, para luego aplicarlas a su situación concreta basada en el conocimiento mutuo y en el conocimiento concreto de cada uno de los dos.Poveda señala cómo en la vida muchas veces tomamos decisiones de en qué invertimos nuestro tiempo: en nuestros estudios, en la carrera profesional* Son inversiones de tiempo, de dinero, de esfuerzo y de energía que hacemos y que vemos que realmente valen la pena. Y luego llega el momento de hacer una inversión de tiempo, de esfuerzo y de energía en nuestra relación, en lo que realmente importa, y nos cuesta mucho más tomar la decisión y hacer esa inversión.Tomarse en serio la vida de pareja es tener muy claro que lo que más compensa es hacer la mejor inversión de nuestra vida en lo que realmente importa: la vida de pareja. Un trabajo, una carrera profesional, un estado de forma, incluso una dieta, pueden ser importantes, muy importantes. Pero, ¿son lo que de verdad da la felicidad? ¿O lo que da esa felicidad es, en realidad, querer y sentirse querido, y transmitir así a nuestros hijos también esa estabilidad y esa felicidad familiar?En su nuevo manual pretende mostrar de forma cercana en qué consiste ese tomárselo en serio: apuntarse a cursos, asistir a conferencias, leer libros, escuchar podcasts, seguir en redes sociales a perfiles que hablan de estos temas. Y, así, conocer por ejemplo en profundidad las diferencias entre el hombre y la mujer en general o llegar en un matrimonio hasta el conocimiento minucioso el uno del otro, para saber qué es lo que le gusta, cuáles son sus necesidades que el otro debe cubrir para hacerle feliz o cuál es su lenguaje principal de amor.Porque esos detalles son los que realmente tienen que importarnos: en ello nos va la felicidad y la estabilidad de la pareja, porque no se puede tomar decisiones de lo que podamos haber oído o de lo que intuimos que hay que hacer. Igual que en esa gran aventura tenemos que saber tomar las decisiones correctas y utilizar las herramientas adecuadas, en la vida de pareja pasa lo mismo. Y para hacerlo hay que mantenerse al día, estar bien formado y tener un profundo conocimiento de cómo actuar en cada momento. Eso es tomárselo en serio.El otroTras esta primera clave, el autor pone especial foco en que lo primero en la vida tiene que ser lo primero: el otro, la vida de pareja. Ni los hijos, ni el trabajo, ni padres o suegros, ni, por supuesto, aficiones ni amistades por muy profundas e importantes que sean pueden estar por encima de lo que tiene que ser lo primero para los dos: el otro, su felicidad. O, mejor, nuestra relación.Cuida la comunicaciónLa tercera clave es para Poveda una de las claves más importantes. En realidad, no resulta nada nuevo, muchos expertos han subrayado la vital importancia de cuidar la comunicación para lograr esa sintonía necesaria para una vida de pareja plena y feliz. Sin embargo, en este caso se pone especial importancia en que esa comunicación no se puede quedar en mera teoría. El libro intenta aterrizar en los protagonistas puntos muy concretos para aplicarlo en el día a día de una pareja moderna. Por ejemplo, habla de la importancia de usar lo que llama las "muletas de la comunicación", que sirven de ayuda para fomentar una comunicación efectiva en un matrimonio de hoy en día.El autor traza un paralelismo de cómo en el mundo de la empresa se fijan también momentos preestablecidos para que la gestión sea efectiva, para que las tareas del día a día nos impidan poner el foco lo que realmente importa para conseguir resultados. E igual que en el mundo de la empresa se fijan reuniones periódicas, convenciones, cenas de trabajo y similares, en la vida en pareja estas "muletas" pueden ser, por ejemplo, planificarse para pasar solos - sin niños y preferiblemente sin móvil - una comida o cena a la semana, un día completo al mes y un fin de semana al año. Son momentos especiales para los dos: para relacionarse de forma calmada y fuera de las distracciones de la rutina y encontrar un momento especial para la pareja.