¿Qué padre no ha deseado alguna vez ser capaz de hablar con su
bebé? En especial, con los recién nacidos. Y es que, a estas
edades tan tempranas, la capacidad de comunicación es nula. Eso sí, que no se pueda interactuar con ellos no quiere decir que estos pequeños no puedan percibir con el mundo. De hecho, desde que salen del vientre de la madre, sus
sentidos ponen el foco de atención en el entorno para conocerlo.