Cargando el vídeo....
VIDEO

Educar con buen humor

Los hijos necesitan un ambiente en el que, habitualmente, se esté de buen humor. Cuando esto no ocurre, el hogar va cayendo poco a poco en un sopor parecido a la tristeza, que no lleva a nada ni libera de los problemas. Por lo tanto, fomentar el buen humor empieza por nosotros mismos, los padres. Si queremos ganarnos el afecto de los hijos y lograr que crezcan con un carácter enérgico es necesario que colguemos los problemas en el perchero, al entrar a casa. Y también que nos decidamos a sonreír. Estar de buen humor no cuesta tanto, y además es mucho más gratificante. Hay que esforzarse por sonreír, aunque a veces se haga difícil. Poniendo ganas, acabará por enraizarse en el carácter un sólido sentido del humor.