Publicado 03/07/2012 05:28

"El bebé recibe una educación muy rígida y el adolescente no tiene ni hora de volver a casa"

BARAKALDO, 3 Julio

Carlos González es uno de los pediatras más leídos por las madres hoy en día. En sus cinco libros recomienda lo que otros solían prohibir: coger en brazos a los hijos, meterlos en la cama de los aitas para dormir "Los niños piden lo que necesitan, nada más", asegura.

En su visita a Bilbao, el pasado jueves para participar en el foro de la familia organizado por Max Center, el pediatra y escritor Carlos González resolvió las dudas de decenas de familias. "Veía padres preocupados y angustiados porque todo lo que tenían ganas de hacer resulta que se lo prohibían", asegura defendiendo que la mejor forma de educar a un niño "es la que te permite disfrutar de él".

Es padre de tres hijos y de cinco libros.

Exactamente. Y he plantado dos árboles, creo (risas).

¿Ha criado a sus hijos en función de sus teorías o han sido los niños los que le han dado las teorías para escribir los libros?

Lo segundo, por supuesto. Son los hijos los que me han enseñado a criar hijos. Bueno, también me enseñaron mis padres y me enseñé yo a mí mismo recordando lo que me gustaba y no me gustaba cuando era pequeño... ¡Y cuántas de las cosas que pensabas antes de tener hijos te das cuenta después de que son absolutas tonterías! Los hijos te cambian mucho la vida, la escala de prioridades y te das cuenta de que estamos en la inopia.

¿Tenemos demasiada información en los libros sobre cómo ser buenos padres?

Estoy convencido de que se puede criar bien a los hijos sin necesidad de un libro. Lo que pasa es que sí, hay muchos. Y yo no estaba de acuerdo con la mayoría porque te dicen cómo poner límites en la disciplina y cómo decirles que no a todo.

Por eso se lanzó a escribir su propia opinión.

Veía padres preocupados y angustiados porque todo lo que tenían ganas de hacer resulta que se lo prohibían. Por eso escribí los libros, para que el que es aficionado a leer tenga al menos material para comparar.

Pone en alza lo contrario de lo que se venía recomendando hasta ahora.

Quizá sea eso lo que gusta, porque es lo que como padres querían oír. Que tu hijo no es mala persona, que tu hijo no te está tomando el pelo y que si llora es porque necesita consuelo.

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