Medidas para enseñar a los niños a ahorrar enegía
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La luz representa el 20 por ciento del consumo de todos los hogares. Esto se debe, por un lado, según un informe de la Asociación de consumidores FACUA, al 12,7 por ciento de media de subida interanual de la factura de la luz, y por otro a que los hogares españoles han comenzado a aumentar su consumo, concretamente en un 1,9% en 2015 tras cuatro años de tendencia a la baja, según datos de la Red Eléctrica de España (REE).

Para frenar el impacto medioambiental que este gasto energético supone y ahorrar en cas es importante que nos concienciemos del ahorro de energía en casa y que ese ejemplo se lo transmitamos a los niños para ayudar a que el futuro de todos esté asegurado.

"Los padres somos el principal modelo de los hijos y las conductas que nosotros llevemos a cabo serán las que ellos repetirán porque entienden que son las adecuadas, las que están acostumbrados a ver y que tienden a imitar", afirma la psicóloga infantil Eva Hernández Gil. Y añade, "si nosotros no apagamos la luz cuando estamos en una habitación o dejamos la televisión puesta cuando no la estamos viendo, estamos enviando un mensaje contradictorio a los niños".

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Ahorro de energía: valora su conducta responsable

Utilizar el refuerzo verbal y el ejemplo para inculcar a los hijos el respeto al medioambiente es básico para educar en valores a los niños. Todo ello unido a un estilo de vida asociado al cuidado medioambiental facilitará el aprendizaje de los niños y comprenderán mejor las consecuencias que implican sus conductas. En la práctica, será muy motivador para ellos.

Combinar pequeños premios y elogios es la fórmula más recomendable para educar a los niños en un uso responsable de la energía en el hogar. "Por ejemplo, si apagan la luz del cuarto cuando salen de él, podemos colocar una pegatina de las que les gusta en su mural o, simplemente, decirles 'muy bien, genial, es estupendo porque ahorramos energía'", explica la psicóloga infantil Eva Hernández Gil.

¡Luces fuera!

Apagar la luz para ahorrar energía

Es importante añadir a estos elogios un plus de implicación, para que los niños sepan que deben apagar las luces que no están siendo utilizadas o los aparatos en 'modo de espera' (desde el interruptor, no el mando a distancia), que provocan que la factura de electricidad aumente hasta un 10% por el llamado 'consumo fantasma'.

Interiorizar los conceptos

A medida que los niños van creciendo es importante ayudarles a reflexionar para que interioricen mejor la necesidad de no malgastar recursos a través de actividades prácticas y visuales como la que propone Hernández Gil y que consiste en ir metiendo céntimos de euro en un bote de cristal cuando apagan la luz o no derrochan agua al lavarse las manos y utilizar el dinero resultante durante el fin de semana para comprar un helado o sus propias palomitas para el cine.

De esta forma, serán conscientes con el tiempo de lo que supone el ahorro y les constará como decisiones propias. O proponerles realizar un trabajo de investigación vía internet, una actividad con la que serán conscientes del valor de la ecología en la práctica desde el conocimiento.

Facilitar la tarea con electrodomésticos ecoeficientes

Pero es interesante también que esta concienciación de los niños (y también de los padres) se vea acompañada en casa del uso de electrodomésticos y elementos de iluminación que ayuden a ahorrar energía. Elegir la temperatura exacta al ducharnos para no gastar energía ni agua de más o usar sólo bombillas de bajo consumo son algunas buenas alternativas. Concretamente, las bombillas de bajo consumo gastan cinco veces menos energía que las incandescentes y tienen una vida útil hasta 15 veces más larga. De esta manera, podemos participar al cien por cien de un apoyo al medio ambiente que, a largo plazo, todos agradeceremos.

5 consejos para dar ejemplo y enseñar a ahorrar energía 

1.  Luz artificial, solo la necesaria. Desde el ejemplo, podemos encender las luces solo cuando realmente haga falta y no salir de casa sin haber comprobado que están todas apagadas; el resto del tiempo, es mejor aprovechar la luz natural. Los niños deben ver que esta es la forma correcta de conducta, que repetirán a imagen y semejanza de los padres.

2.  Ducha, mejor que baño. En cuanto los niños tengan edad o autonomía para hacerlo sin supervisión, es conveniente sustituir el baño por la ducha. De esta manera consumirán menos agua.

3.  Desenchufar el móvil cuando esté cargado. Evitar dejar el móvil enchufado al cargador a pesar de haber terminado la reposición de batería, no abrir la nevera más tiempo del necesario y evitar introducir alimentos en ella que no requieren de frío para mantenerse son algunos hábitos que debemos realizar a diario. De todos estos actos nuestros hijos serán testigos directos o indirectos y aprenderán con sencillez.

4.  Colada: lavado y secado. Involucra a tus hijos en la ayuda con la colada. Utiliza programas de agua fría para la lavadora, no la uses a media carga y evita usar la secadora siempre que la ropa pueda secarse al aire libre.

5.  Higiene personal. Algunos hábitos como cerrar el grifo mientras nos estamos lavando los dientes, no abrir el agua caliente para lavarnos las manos o permanecer bajo la ducha solo el tiempo necesario son algunos hábitos que pueden ir adquiriendo los niños y que se van a notar en el ahorro de energía en casa. 

David Casas

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