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ENTRE TÚ Y YO
Mónica de Aysa

Regalar tiempo

     

"Mi mujer ha decidido separarse de mí. Lleva mucho tiempo diciéndome que se siente sola, que dedico mucho tiempo a mi trabajo y a mis aficiones. He pasado muchas horas de mi vida metido en el ordenador. Ahora me gustaría regalarle tiempo."

La limitación del tiempo y del espacio en el que vivimos nos lleva a tener que elegir, constantemente. Trabajo todo el día y no veo a mis hijos, o renucio a algún tipo de prestación económica y llego un poco antes. Dedico tiempo a la cocina o comemos congelados y cocina precocinada,hago deporte o leo o veo la televisión. Salgo con mis amigos a cenar o les invito a mi casa,o no les veo si no me llaman ellos.

Constantemente estamos eligiendo el tipo de vida que llevamos, queramos o no, tomamos decisiones. El problema es que hay mucha gente que se da cuenta de lo que ha hecho con su vida conyugal, cuando ya es tarde.El otro está aburrido de reclamar, de suplicar.

Una de las demandas más cotizadas es el tiempo

Para quererse hay que estar con el otro.Esta verdad de perogrullo, no siempre la tenemos en cuenta. Se pasa la vida y siempre hemos encontrado una disculpa.

Se disculpa quien se ocupa poco de sus hijos, se disculpa quien en haras de su condición social y laboral abandona a sus amigos, se disculpa quien vive de modo paralelo al otro porque no coinciden en los gustos ni en las aficiones. Al final, todos nos excusamos. Nos queremos más a nosotros mismos que al otro.


Regalar cosas que no suponen dinero es tan inusual como maravilloso


Analizar cómo es nuestra vida de pareja,es más importante de lo que parece. Se dedica tiempo a anlizar el estado de las cuentas, los gastos, los ingresos. Los negocios se cuidan hasta el extremo. Si no fuese así, en éstos años de crisis que estamos viviendo, no seía posible sobrevivir.

Momentos en pareja

Foto: THINKSTOCK 

Tenemos que ser capaces de sobrevivir a las crisis conyugales y nos hace falta dedicarle tiempo. Cuando las personas casadas se acostumbran a vivir en una soledad acompañada, suele llegar un momento en el que prefieren vivir sólas de verdad y lo solicitan:" Me quiero separar"

No podemos quitarle importancia a ésta fenómeno tan desolador. El sufrimiento que genera cada separación es dificil de cuantificar.

Si todavía hay una persona que vive a nuestro lado, hagamósle un regalo todos los días: un poco de tiempo.

Todos necesitamos sentirnos acompañados en la vida, si la compañía íntima no la encontramos en casa, la buscaremos en otro lugar. Se puede y se debe pelear por estar juntos y vivir bien juntos. Para eso es el matrimonio.

Cada pareja, cada familia, crea su propia microcultura, sus costumbres. Éstas van haciendo un modo de vida apetecible o inhóspito, un lugar en el que la compañía y las relaciones con los demás merecen la pena. Pero para crear ese clima y esas relaciones hay que regalar tiempo.

Mónica de Aysa. Master en matrimonio y sexualidad