"¿Cuánto falta?". Parece la canción del verano, pero es la retahíla de nuestros hijos cada vez que vamos de viaje... y el trayecto dura más de 90 minutos. Y es una hora y media porque ese es el tiempo que tardan los niños en preguntar cuánto tiempo falta para llegar a nuestro destino, según acaba de revelar un estudio al respecto.