Dormir bien durante el verano puede ser desafiante debido al calor y las altas temperaturas. El calor puede tener varios efectos en la calidad del sueño. Las altas temperaturas pueden dificultar conciliar el sueño, ya que el cuerpo necesita estar en un ambiente fresco para poder dormir cómodamente. Además, el calor puede hacer que te sientas pegajoso, sudoroso e incómodo, lo que puede dificultar quedarte dormido.