Errores por los que no adelgazas
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Cuando llega la primavera, y no hablamos de amor, de cambio de clima ni de bodas o comuniones, nos entra esa significativa inquietud por el peso y la silueta. Con la vista puesta en el verano, renace esa latente preocupación por los kilos de más que se esconden bajo la ropa. Las dietas cobran protagonismo y aumenta significativamente el número de personas que comienzan un régimen y quieren adelgazar.

Ahora bien, la pregunta no es cuánto peso van a perder antes de lucir nueva figura en la playa, sino si van a llegar al final de la semana con su nuevo propósito. Quien plantea la cuestión es José Luís Sambeat, médico experto en diagnóstico y tratamiento de la obesidad, quien a lo largo de sus 20 años de experiencia profesional en este área ha detectado una serie de errores comunes en sus pacientes.

Todos ellos, recogidos en su libro Coaching Nutricional, parten de la premisa de que mucha gente se plantea la pérdida de peso como un objetivo genérico, incluso algo difuso, sin tener en cuenta que se encuentra ante una meta nada sencilla, que debe ser medible, específica y asequible. Las dietas, por tanto, deben tener un objetivo realista, con unas líneas de actuación determinadas y a cumplir dentro de un tiempo establecido. Todo ello, por supuesto, bajo el seguimiento de un profesional.

10 errores que te impiden adelgazar

1. Hacer una dieta no personalizada. El primer error es empezar una dieta que le ha ido bien a un amigo, familiar o conocido sin consultar a un profesional. El cuerpo de tu amigo o conocido no es el tuyo, no compartís el mismo metabolismo y lo que a él o ella le funciona no necesariamente va a irte bien a ti, sino que puede perjudicarte. Hay que tomarse en serio la salud, y, por lo tanto, la pérdida de peso.

2. Tomarse el proceso de adelgazar en serio no pasa por implicar a los demás. No basta anunciar a tus allegados que vas a hace dieta para que te comprometas más. No digas a la gente que te has puesto a dieta. No te ayudará ni quien te diga que no te hace falta, ni quien te haga bromas tentándote con comida, ni quien te anime a saltarte el régimen porque "no pasa nada por un día". Si puedes, incluso, ocúltalo, según recomienda Sambeat.

3. Evita empezar el lunes con tu plan para perder peso. Si lo haces, augura el nutricionista, no llegarás al miércoles. El viernes, cuando buscamos la recompensa tras una dura semana, es un buen momento para empezar. Si lo hacemos el lunes, llegados al cansancio de final de semana, caeremos, sin duda, en el famoso "cheating".

4. La dieta hipocalórica no es la solución. Esta es una de las premisas básicas del Método San Pablo de José Luís Sambeat. Pasar hambre conduce al fracaso en la dieta. Muy al contrario, un plan nutricional debe contener la mayor parte de los alimentos. Además, la dieta hipocalórica produce efecto yo-yó y pérdida de masa muscular.

5. Los milagros no existen, por lo menos en obesidad. Por lo tanto, las dietas milagro no merece la pena ni considerarlas. En la mayoría de los casos, son programas absolutamente desequilibrados en cuanto a sus elementos nutricionales y ponen en peligro tu salud, según denuncia el experto.

6. Evita pesarte todos los días. La pérdida de peso no es un proceso lineal, sino que, si la dibujásemos en un gráfico, sería similar a la silueta de una escalera con sus peldaños. Se pierde peso y se estabiliza durante un periodo, se pierde peso y se fija y así sucesivamente. La creencia errónea de que no vas bien podría hacerte tirar la toalla.

7. Evita abandonar cada vez que caigas en la tentación de saltarte la dieta. No pasa nada. Saltarte el plan un día no implica que ya no seas capaz de retomar tu esfuerzo. Hay que tomárselo como una piedra el camino. Una vez pasado el bache, hay que seguir adelante.

8. No te compares con los que pierden peso. Y mucho menos si has decidido ponerte a régimen a la vez que tu pareja masculina. El índice metabólico y la masa muscular de varón son superiores. A la hora de perder peso, ellos lo hacen más rápido. De cualquier forma, ni en este ni en ningún caso se trata de una competición.

9. No compenses. No vale comer a la plancha el lunes después de un atracón dominical. No es eficaz. Sólo contribuyes al desequilibrio metabólico, ya que el organismo tiende a recuperar lo que considera que va a necesitar para la supervivencia. Lo que no tome ahora lo tomará después. Además, adelgazará más despacio.

10. Procura no pasarte la vida a dieta. Lo mejor es estar sólo el tiempo justo, por eso, aunque sea inevitable pecar, hay que hacerlo lo menos posible. En el equilibrio está la solución, ni dietas ultrarrápidas ni adaptar el plan nutricional a nuestros caprichos y necesidades sociales.

Por último, Sambeat recuerda los tres pilares en los que se basa su método nutricional, el Método San Pablo, y que considera imprescindibles para perder peso sin perder la salud, la paciencia y la alegría: no hagas la dieta si no se la prescribieses a un niño de 10 años, no sigas con ella si pasas hambre y tampoco si no tiene un equilibrio nutricional adecuado.

Marina Berrio
Asesoramiento: José Luís Sambeat. Licenciado en Medicina y Cirugía por la Universidad de Zaragoza. Es experto universitario en diagnóstico y tratamiento de la obesidad por la UNED y experto en coaching personal ejecutivo por la Universidad de Salamanca. Autor del Método San Pablo de Nutrición.

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