Actualizado 22/06/2022 13:37

El 'Baby Led Wearing' es eficaz para prevenir la obesidad infantil, según la AEP

El 'Baby Led Wearing' es eficaz para prevenir la obesidad infantil, según la AEP
El 'Baby Led Wearing' es eficaz para prevenir la obesidad infantil, según la AEP - ISTOCK

¿Sabes qué es el BLW? El Baby Led Weaning (BLW), así responde a sus siglas en inglés, consiste en una alimentación complementaria, guiada por el propio bebé, que permite que el lactante manipule los alimentos con sus manos y se los lleve a la boca. De esta manera, el bebé come solo lo que quiere hasta que se sacia y al mismo tiempo fomenta su autonomía.

Esta manera de regularse en cuanto a la cantidad de alimento que necesita y que es la clave del método BLW es lo que ha movido a la Asociación Española de Pediatría AEP a señalar que tanto la lactancia materna como el BLW son eficaces para evitar la obesidad infantil, promover la salud, el crecimiento y el desarrollo infantil. A través del BLW, el niño adquiere un rol más activo, favoreciendo que pueda regular las cantidades de alimento que ingiere y desarrolle sensaciones de saciedad. 

¿Puede un bebé comer solo? ¿Qué es el Baby Led Weaning?

El BLW no es ninguna novedad. De hecho, así ha comido la humanidad desde el principio de los tiempos, ya que el invento de la batidora y de triturar la comida en forma de purés o papillas es un invento del siglo XX. La manera de alimentar al bebé con trocitos blandos de comida tras abandonar la lactancia materna es más bien una tradición ancestral.

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La leche materna es el alimento ideal para el lactante en los seis primeros meses de vida y, acompañada de una alimentación complementaria adecuada, hasta al menos los 2 años de edad. "El momento oportuno para la introducción de la alimentación complementaria debería estar guiado, tanto por las necesidades nutricionales como por la madurez neurológica y por el interés que muestre el niño por los alimentos", detalla la experta.

Además, la Dra. Martínez Rubio añade que "entre los 6 y 8 meses, la aportación de energía procedente de la alimentación complementaria debería ser 1/5 del total y entre los 9 y los 11 meses ascender a la mitad. El resto debe ser cubierto por la leche".

Un método alternativo a la cuchara

Se trata del Baby Led Weaning (BLW), que consiste en una alimentación complementaria guiada por el propio bebé, que permite que el lactante manipule los alimentos con sus manos y se los lleve a la boca. "El objetivo es basar la introducción de la alimentación complementaria en el desarrollo fisiológico de los bebés durante el primer año de vida", explica la doctora.

Los pediatras de la AEP aseguran que "este método no debería iniciarse antes del sexto mes y que puede introducirse siempre que el lactante haya adquirido ciertas competencias motoras y cognitivas". Uno de los objetivos del BLW es conseguir que la alimentación sea a demanda de las necesidades del niño. Así, aclara la especialista, "el bebé puede mostrar hambre y saciedad con gestos, evitando forzarle a comer".

A través del BLW, el niño adquiere un rol más activo, favoreciendo que pueda regular las cantidades de alimento que ingiere, y desarrolle sensaciones de saciedad, ayudando, incluso, a prevenir el desarrollo de la obesidad.

Además, el BLW puede fomentar una mayor aceptación de los alimentos normales de la familia con una variedad de texturas y sabores y conseguir un mayor consumo de alimentos más sanos y es fundamental para promover hábitos de alimentación saludables en edades tempranas, así como para fomentar el desarrollo psicomotor del niño.

Alimentos ideales para empezar con el BLW

Los pediatras de AEPap, recuerdan que "la educación por parte de los progenitores en todo lo relacionado con la alimentación y nutrición de los niños, es fundamental". Y destacan la importancia de que los padres sean un modelo de hábitos dietéticos saludables para sus hijos.

"La alimentación complementaria con cuchara puede ser necesaria en algunos niños. Es importante que los padres conozcan qué alimentos son más adecuados para empezar (blandos, que se puedan manipular con la mano y ser aplastados por la lengua contra el paladar), cuáles tienen mayor contenido en hierro y cuáles deben evitar por el riesgo de atragantamiento (frutos secos, zanahoria cruda, frutos con hueso o semillas).

Marisol Nuevo Espín

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