Los
Trastornos de alimentación son muchas veces el origen de una baja autoestima,
ansiedad, depresión... y esto lleva a grandes desequilibrios en la salud mental de adolescentes y jóvenes. El origen, a veces, está en la mentalidad que padres y madres (mayoritariamente mujeres) insconscientemente trasladan a sus hijos/as.