A todo el mundo le cuesta cuesta ser ordenado, de eso no hay duda, pero existen pequeños "trucos" que hacen más llevadero este hábito. El objetivo final es que disfruten con el bienestar de una habitación recogida, sin objetos por en medio con los que caerse, o que causen distracción durante el estudio. La cuestión es motivarles para que tener la habitación como una leonera sea tan incómodo para ellos como lo es para nosotros.