Si bien el
parto es uno de los momentos más felices en la vida, también es cierto que muchas mujeres desarrollan un sentimiento de
tristeza o
depresión tras el alumbramiento. Estas sensaciones nada tienen que ver con el hecho de que la madre se sienta más o menos arrepentida de traer una vida al mundo, o que no se vea preparada para afrontar esta nueva etapa.