Dicen que la actual generación es la mejor preparada de la historia desde el punto de vista académico. En efecto, son fruto de una época de mayor bonanza económica en la que a los hijos solo se les ha exigido que estudiaran. Y lo han hecho. Pero nos hemos preocupado tanto por las
calificaciones académicas que hemos olvidado que es mucho más importante educar en valores.