Son muchas las situaciones difíciles que podemos encontrarnos con los hijos y que no sabemos cómo gestionar. La recepción de notas negativas es una de ellas. Cuando un hijo llega a casa con unas bajas calificaciones la respuesta inmediata de los padres va acompañada de una carga emocional negativa. Enfado, decepción, tristeza, pena* Cualquiera de estas emociones puede hacer que la respuesta de los padres no sea la adecuada. Por esto, es importante ser capaces de dedicar un tiempo a vivir la emoción para después tratar de relajarse, dejando de lado el propio yo para centrarse en el.