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Por Joaquín Herrero Ayestarán

La familia es la esperanza de la humanidad

La familia es la esperanza de la humanidad
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Por Joaquín Herrero Ayestarán
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Para SER familia conviene formarse bien puesto que el DESAFIO es grande. Por eso, la importancia de encarnar en nuestra vida las grandes ideas de nuestros maestros. No en vano ya hace años S Juan Pablo II recordaba que "la familia es la esperanza de la humanidad". Es aquella célula en la que uno puede hacer íntegramente su primera experiencia de ser amado. Y a partir de ahí será capaz de amar.

En la familia es donde aprendemos a perdonar, a entender al otro, a convivir, a respetar, a compartir, a ceder. El lugar donde descubrir el valor esencial de la existencia. Y es donde vemos la posibilidad de un proyecto de amor para toda la vida.

Una guía para novios, matrimonios y familias

Pero... ¿estamos preparados para mostrar al mundo que un amor para siempre es posible? ¡Sin duda hay que prepararse bien para ello y VIVIR con entusiasmo nuestra realidad cotidiana! Recomendamos para ello un libro de gran actualidad: Desafíos de la familia, del papa Francisco, en donde se recogen reflexiones actuales fáciles de leer y de gran utilidad para novios, matrimonios y familias, con las que el papa Francisco ha conseguido conmover e iluminar a millones de parejas en sus audiencias de los miércoles.

Ahora este papa nos recuerda la belleza de una cotidianeidad que, apoyado en la teología de la ternura y del cariño, se eleva hasta ese misterio precioso que es el amor entre los esposos como reflejo del amor trinitario. Con esta formación ¿cómo no entusiasmarse ante semejante proyecto? ¿Qué jóvenes novios no van a soñar con que un "para siempre" es posible? Los novios requieren testigos que les liberen de sus miedos, que les entusiasmen con el método evangélico, que les aseguren que merece la pena, que es posible tener un solo corazón y una sola alma cuando se asientan los pilares sobre la reciprocidad, el perdón, la ternura y la donación de uno mismo desde el amor desinteresado y respetuoso.

Una buena comunicación es clave para las relaciones familiares

La comunicación en familia

Muchos mediadores de familia nos indican que la falta de una verdadera comunicación es muchas veces el germen de multitud de dificultades y situaciones cotidianas -a menudo muy comunes por otra parte para todos nosotros- que, si bien no son extrañas al día a día, no son bien comunicadas y dialogadas y por todo ello se enquistan y acaban desgarrándonos. Para el papa Francisco, la COMUNICACIÓN es un auténtico sacrificio, el martirio del hombre moderno que ante tanto ruido debe aprender a silenciarse, escuchar, empatizar y comprender en profundidad los anhelos e ideales del otro.

Con su humanidad, tan imperfecta y a la vez tan potente, la familia es el primer referente de la experiencia de amor para cualquier hombre. Casi como una "alianza artesanal" (papa Francisco). "No es retórico afirmar que la familia es el primer bien social. En la gratuidad cotidiana que da sentido y valor a sus funciones de generación y educación, la familia introduce en el tejido social ese bien insustituible que es el capital humano, poniéndose de esa manera como recurso eficaz de la humanidad" (Chiara Lubich).

Otros libros interesantes del papa Francisco

En Los sacramentos y los dones del Espíritu con su estilo llano y claro, ilustrado con ejemplos cercanos de la vida cotidiana, el Papa establece en cada audiencia un diálogo directo con las personas reunidas en la plaza de San Pedro, en particular con los jóvenes, a los que interpela a menudo y cuya respuesta de viva voz espera.

Y en Pueblo de Dios en camino recoge las catequesis del papa Francisco sobre la Iglesia y su relación con la familia. Hablar de la Iglesia es hablar de nuestra familia, dice. Y en verdad este papa tiene una capacidad especial para tratar temas complejos con la mayor profundidad y a la vez del modo más sencillo y atrayente. Francisco conversa directamente con su auditorio, repite alguna frase con la gente para ayudar a interiorizar el mensaje, manda tareas para casa, sazona su enseñanza con recuerdos personales y ejemplos de la vida corriente. Quizás la renovación de la Iglesia pasa por renovar este "alma familiar" que se encarna en muchas familias que viven con la conciencia clara de ser signos del AMOR -con mayúsculas- escuelas de auténtica humanidad y casas abiertas a los problemas y anhelos de todos los hombres y mujeres de nuestra época.

Así se va dibujando en el alma el rostro de esta Iglesia que todos amamos: una gran familia donde aprendemos a VIVIR, siempre en camino bajo la guía del Espíritu, el cual impulsa a la Iglesia derribando las defensas que nos impiden abrir un diálogo con los demás.

Un pequeño gran tratado sobre la Iglesia, de lectura profundamente espiritual y amena, fácil de entender y que impulsa a vivir.

Ciudadnueva.es

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