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En una relación de pareja, uno no puede salirse siempre con la suya. La sensación de injusticia sería de tal enjundia que el matrimonio se resentiría. Es necesario conseguir un estado de ánimo positivo para poder llegar a acuerdos.
Hay una serie de condiciones básicas que necesitamos para poder avanzar
1. Hablar con calma. En tono suave.
2. Ser capaces de transmitir que el objetivo es solucionar un problema, no discutir.
3. Pedir perdón por todo aquello que haya podido herir o molestar antes de plantear nuevos temas.
4. Reconocer los esfuerzos en todo lo referente a la relación de pareja.
5. Aceptar las opiniones y los gustos del otro. No podemos hacer oídos sordos a sus preferencias.
6. No tenemos por qué estar de acuerdo en todo pero sí debemos tener en cuenta sus puntos de vista y sus opiniones.
7. Buscar en la opinión del otro los puntos de vista que sean razonables.
8. Evitar que la discusión se asfixie en negatividad.
9. Verbalizar en qué estamos de acuerdo.
10. Cuáles son los sentimientos en común o los más importantes que hay aquí en juego.
11. ¿Cómo podemos comprender esta situación?
12. ¿Cómo podemos lograr este objetivo?
Una vez logrado el objetivo, revisar los pasos que hemos seguido, lo que nos ha ido bien para volver a repetirlo cuando se genere la siguiente dificultad.
Para resolver un conflicto, no hace falta que una persona cambie. Lo que hace falta es negociar, encontrar un terreno común y soluciones satisfactorias para los dos.
Yo insisto siempre en el descanso y los tiempos de ocio juntos. Vemos cómo el cansancio y el exceso de responsabilidades nos llevan casi siempre a un estado de tensión interior y de malestar que impide disfrutar de la compañía del otro.
El descanso nos coloca en situación de ver la realidad en tonos más suaves. Nos permite minimizar los problemas, nos ayuda a sonreír.
No es bueno llegar a situaciones de cansancio extremo. Es importante ser conscientes de que necesitamos un equilibrio interior que nos permita traer a la memoria los momentos buenos, los amables recuerdos, las cosas maravillosas que hemos hecho juntos.
Llenar la vida de pareja de pequeños buenos momentos, permite luego soportar las crisis y los momentos de aspereza o de incapacidad para sentirnos bien. Buscar lo que descansa, lo que une, lo que nos hace reír, nos facilitará aprender a llegar a acuerdos y a compromisos que nos permitan conseguir una vida de pareja satisfactoria.
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