La Primera Comunión es un momento especial en la vida de los niños porque celebran su relación con Dios rememorando el momento en que Jesús compartió el pan y el vino con sus amigos, los apóstoles. En su Primera Comunión, los niños comparten por primera vez ese pan consagrado, que se convierte en el cuerpo de Cristo, y el vino, que simboliza la sangre de Jesús. Es como decirle a Jesús: "Sí, quiero estar más cerca de ti y quiero seguirte".