9 claves sencillas para generar un buen clima de estudio.
Lograr que estudien es un reto, pero lograr que estudien porque quieren es un reto doble.
Porque los argumentos que los adultos usamos (“así podrás estudiar lo que quieres”, “así conseguirás un buen trabajo”) sirven de muy poco en la infancia y la adolescencia. Lo ven demasiado lejano.
Para ellos es mucho más sencillo pensar en metas cortas y trabajar con su autoestima.
Tenemos que lograr que se sientan orgullosos de ser buenos estudiantes.
1 Haz que se sientan orgullosos de lo que saben.
Saca temas de conversación en casa en los que ellos puedan aportar, desde pequeños, para que sientan lo que les enriquece aprender cosas nuevas.
2 Que descubran la suerte que tienen de poder estudiar.
Pone ejemplos de quienes no pueden estudiar. No se trata de hacerles sentir culpables tenerlo más fácil, sino de que aprovechen y agradezcan las oportunidades que tienen.
3 Aliéntalos a sacar partido a sus talentos personales.
Ese campo en el que destacan será del que más disfruten. Porque cuanto más saben de algo, mejor se les da y más quieren saber. Anima ese círculo virtuoso.
4 Acompáñalos, sin resolver, en lo que más les cuesta.
Así verán que estás a su lado y que confías tanto en ellos que sabes que lo lograrán. Valora más el esfuerzo que el resultado y anima en el desaliento, porque llegará.
5 No los compares con sus hermanos ni contigo.
Nada de “yo a tu edad” porque los hace desmoronarse. Cada persona es única y necesita recorrer un camino para encontrar el sentido de lo que hace.
6 La meta de ‘cuando seas mayor’ está demasiado lejos.
Mejor metas cortas y alcanzables porque les es muy difícil pensar en qué quieren ser cuando lleguen a adultos, cuando casi no saben qué quieren hoy.
7 Si algo se les da bien, que ayuden a quien lo necesita.
Es una forma fantástica de que vean que lo que aprenden tiene una utilidad y además les sirve para ser generosos con su tiempo y cuidar del prójimo próximo.
8 Estate cerca, sin atosigar y fíate aunque se equivoquen.
La base de la motivación personal es la autoestima que sólo se consigue si les damos autonomía. El fracaso forma parte del aprendizaje y los hace resilientes.
9 Genera un clima en el que se valore el conocimiento.
A veces toca remar contra la corriente dominante de la sociedad que se vanagloria de la incultura. Que en casa se sientan a gusto y reconocidos por su esfuerzo.
Recomendación literaria

Cómo educar la voluntad. Determinación, curiosidad y el poder del carácter
Fernando Corominas
La necesidad de educar a los niños para que sean personas responsables y válidas se refleja en este libro que resalta la importancia de la educación de la voluntad.
Este libro pretende ser una ayuda a padres y profesores en un campo concreto y muy importante de la formación de hijos y alumnos: la educación de la voluntad. Es decir, conseguir que chicos y chicas sean personas de voluntad fuerte y sana, capaces de querer la verdad, de querer ser personas responsables, de querer a los demás, de querer estudiar…
De manera sencilla y directa nos enseña qué aspectos de la educación no podemos perder de vista: la educación temprana, la eficacia, la prevención y la motivación. Gracias a ello, podremos hacer de nuestros hijos personas con fuerza de voluntad, capaces de querer hacer lo que quieren y deben.
Debemos aprender a educar mejor de forma que los buenos resultados sean lo normal y no una consecuencia del azar.
María Solano Altaba
Directora de Hacer Familia
Profesora Universidad CEU San Pablo