Australia ha sido el primer país en prohibir el acceso a redes sociales a los menores de 16 años. ¿Será el único? ¿Servirá esta medida o los chicos buscarán la forma de saltarse la normativa.
Lo cierto es que es evidente la importancia de que todos los agentes sociales tomen partido en esta necesaria batalla.
Hoy por hoy, no podemos confiar en la legislación de la mayoría de los Gobiernos, incapaz de parar el fenómeno.
Por eso, la familia es clave en la buena educación, para conseguir que los hijos no sucumban ante un contenido que no está preparado para ellos.
Te proponemos siete ideas para limitar el uso de móviles en adolescentes y niños y también te damos una recomendación literaria que te ayudará a reflexionar sobre este tema.
1 No podemos confiar en los gobiernos ni en las leyes.
Las leyes que han prometido desarrollar están tan retrasadas y es tan complicado poner puertas al campo que no podemos confiar en el límite externo.
2 En casa: límites claros y gestión adecuada del tiempo.
No es nuestra obsesión sino su salud. La tecnología necesita límites claros de tiempo y espacio para que sólo se utilice para los fines previstos como los deberes.
3 Fuera de casa: mucho pensamiento crítico.
Porque no sabemos qué se van a encontrar: amigos a los que no han puesto límite, wifi en cualquier parte… Así que tenemos que preparar su libertad para que elijan bien.
4 Hablamos mucho para educarlos en libertad.
El problema de las redes sociales es que es un riesgo difuso, no concreto. Si en casa se habla abiertamente, no tendrán miedo a contar lo que han visto y así evitarlo.
5 Mejor si conseguimos educar en comunidad.
En casa, nuestras normas, claras. Si, además, conseguimos que el entorno nos apoye, mejor. Fomenta las buenas amistades y educáis entre todos.
6 Que se sientan queridos: no lo hacemos por fastidiar.
Ellos quieren lo que los demás tienen, por eso es tan importante transmitirles que los límites a los dispositivos digitales son muestra del amor que tenemos por ellos.
7 Somos su mejor ejemplo: el móvil en casa, mejor lejos.
Si les exigimos, nosotros también tenemos que dar. Que nos vean luchar y ganar a la tentación de sucumbir todo el día al móvil. Que en casa sea algo irrelevante.
Recomendación literaria
Pantallas, qué remedio.Cómo sobrevivir, con pensamiento crítico, al entorno digital
María Solano Altaba
Pantallas, qué remedio es la guía para padres definitiva de María Solano Altaba. Aprende a desarrollar el pensamiento crítico y a evitar la adicción al algoritmo, encontrando un remedio optimista para gestionar el entorno digital en casa.
Seguro que recuerdas esta escena: toda la familia reunida alrededor de la única televisión del salón de la casa para ver la película de la semana. Es nostálgica, ¿verdad? Ahora la norma es que haya varias pantallas por cabeza y cada uno las disfrute en su habitación, con tantas opciones que lo difícil es elegir y lo fácil, equivocarse.
El título de este libro refleja el gran debate que nos asalta a los padres hoy: Pantallas, qué remedio. Porque ese «qué» incluye el «cómo lo remedio» cuando sé que las condiciones no son siempre ideales. Pero también incluye el que «hay remedio» a este problema y lo tenemos al alcance de nuestra mano, concretamente en esa comida familiar que compartimos cada día.
Somos optimistas. No todo es negativo. Tenemos noticias esperanzadoras que arrojan claridad a la materia. En estas páginas vamos desgranando los temas más importantes sobre los que reflexionar para conocer mejor este mundo digital que nos atrapa a todos, padres e hijos. Solo así podremos desarrollar el pensamiento crítico que nos impida caer en la espiral del algoritmo y la agonía de la adicción.
Así que, sí, hay remedio. Está aquí, en nuestra casa, y consiste en horas de charla compartida que nos ayudarán a prepararnos mejor para este mundo que ya va a estar siempre lleno de pantallas.
Qué remedio.