Actualizado 09/02/2022 13:13

Saca a tu bebé de paseo y disfrutad del sol: la importancia de la vitamina D

Sol y paseos con tu bebé
Sol y paseos con tu bebé - ISTOCK

Estar al aire libre con nuestro bebé es uno de los placeres más bonitos de la baja maternal o paternal. Anímate y sal con tú bebé de paseo al sol. Es tan bueno para ti como para tu bebé.

Los paseos son tan sanos para los padres como para los bebés, ya que el paseo tiene cualidades euforizantes para ambos, favorece un mayor estímulo y, por otra parte, tiene efecto relajante en muchos bebés.

Recuerda que al sacar a tu hijo a pasear es importante tener en cuenta su edad, la temperatura, el momento del día... De manera que es más importante temperatura ambiental, es decir, que sea agradable más que le dé el sol en la piel. Por tanto, cuando hace frío, llévale bien abrigado y no lo tengas mucho tiempo fuera.

Paseos al sol con tu bebé, precauciones por edades

Durante el primer mes, precaución. Esta es la recomendación de los especialistas  porque todavía los bebés no regulan bien su temperatura, necesitan tranquilidad, comen cada poco tiempo, hay que cambiarles a menudo y, en definitiva se hace difícil hacer compatibles estas limitaciones con un paseo relajado.

A partir del segundo mes, el aire fresco es muy saludable para tu bebé sobre todo si la temperatura es agradable. Con el frío, lo normal es que lo pasees en las horas centrales del día, pero a partir de ahora y durante el verano los pediatras recomiendan optar por las horas de la mañana (hasta las 12) y de la tarde (a partir de las 5), cuando ya no dominan los fuertes calores del mediodía.

Para acertar a la hora de abrigar a tu hijo, un consejo razonable es poner al niño una capa más de ropa de la que necesitéis el padre o la madre, ya que vosotros os movéis y ellos no. Si vais en camisa, es seguro que el niño aún necesita una chaquetita. Aunque todavía no haga mucho calor, no olvidéis que se le puede quemar la piel al bebé al exponerlo demasiadas horas, incluso si hace fresco.

Cuánto tiempo debe durar el paseo con el bebé

Por lo menos los tres primeros meses, los paseos han de ser de escasa duración, por ejemplo, alrededor de media hora. A medida que tu hijo vaya creciendo, podrás ir prolongando más sus salidas y repetirlas varias veces a lo largo del día, porque el tiempo de sueño irá disminuyendo.

Una buena idea es combinar su paseo con otras actividades como llevar a los hermanos al colegio, pasear con amigos, hacer recados, etc. En este sentido, lo ideal es que os turnéis el padre y la madre, para que ambos participéis de esta pequeña fiesta que supone para vuestro hijo sacarle a pasear.

La importancia de la vitamina D para el crecimiento

En la piel todos tenemos precursores inactivos de la vitamina D, que por efecto de la radiación ultravioleta se activan y, previo paso por el hígado y el riñón, alcanzan su máxima potencia para la buena formación de los huesos y otras acciones. Es cierto que con una buena exposición a la luz tenemos la vitamina D que los bebés precisan, pero aún se sigue aconsejando el uso de las gotas para asegurar un buen aporte y alejar la posibilidad del raquitismo.

El paseo con tu bebé: por la mañana o por la tarde

En ocasiones, los padres tenéis dudas sobre si sacar antes o después de las comidas a dar su paseito al niño. Esto realmente dependerá del carácter de vuestro hijo. Si es un bebé activo, posiblemente le vendrá mejor el paseo tras la comida, porque le permitirá adormecerse con facilidad gracias al vaivén del cochecito; si, por el contrario, es un niño tranquilo, el paseo antes de las tomas le servirá de estímulo para su desarrollo psicomotor. De cualquier modo, sois los padres los que debéis ir viendo lo que más le gusta a vuestro hijo, probando una u otra posibilidad.

Por otro lado, dentro de la educación de vuestro hijo no debéis olvidar los claros beneficios de la actividad física que implican los paseos. Serán como el entrenamiento que de mayorcito se mueva, haga ejercicio, no sea sedentario, contribuyendo a un mejor desarrollo físico y psíquico.

Respecto a las ventajas para su salud, el sol con moderación contribuye a la formación endógena (desde el interior) de la vitamina D y, si no se prolonga en exceso, casi nunca va a provocar cansancio en el niño. Para disfrutarlo al máximo, recordar ir siempre preparados para un cambio de pañales, ropa de repuesto y alguna prenda suplementaria por si cambia la temperatura ambiente de forma rápida.

Utiliza crema protectora para salir de paseo con tu bebé

La primavera y el verno suelen ser épocas muy soledadas en muchas zonas y, aunque los rayos del sol aún son oblicuos, en las horas centrales del día pueden ser dañinos. Por esta razón, es bueno tomar una serie de medidas de precaución, como por ejemplo, usar ropa larga, gorritos, sombrillas y cremas protectoras. Éstas, como norma general, deben ser con un factor de protección igual o superior a 15. A pesar de todas estas pautas, no debéis tener una falsa sensación de seguridad, exponiendo al niño el doble de tiempo frente al sol.

Aunque la piel de los bebés es en general delicada, unos niños tienen la piel más sensible que otros. Se definen así unos tipos de piel, desde la que siempre se quema y no se broncea nunca, hasta la que nunca se quema y se broncea con facilidad; los tipos extremos son los niños albinos y los de piel oscura. Es importante que los padres conozcáis el tipo de piel de vuestro niño para protegerle adecuadamente. A pesar de todos sus beneficios, el sol en exceso es perjudicial.

Marina Berrio
Asesoramiento: doctor Luis Alberto Vázquez. Pediatra. Centro de Salud Mirasierra.

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