Es casi como un rito iniciático para convertirse en «mayor». A los padres nos genera bastante preocupación porque, el uso del chupete (pacifier en su ilustrativo nombre en inglés, el «pacificador») genera un cierto grado de adicción comportamental a nuestros hijos, que lo relacionan con dormir o estar tranquilos, de modo que tememos que quitar el chupete equivalga a noches en vela y llantos fruto del cansancio. No es fácil, pero es posible.
5 ideas para reflexionar antes de quitar el chupete
Te damos algunas ideas para que las tengas a la vista cuando tomes la decisión de quitar el chupete a tus hijos.
1. Confía. Ningún niño llega a la universidad con chupete
Siempre funciona. Todos los niños acaban dejando el chupete. Es el primer punto de partida para no perder la calma en este proceso que nos genera tanta ansiedad. Aunque nos va a tocar ver a nuestros hijos pasarlo mal durante unos días, no perdamos de vista que esto les ha pasado también al resto de los niños que han dejado el chupete, de modo que podemos confiar en los nuestros porque también lo van a conseguir.
2. Elige un día. No esperes al momento perfecto porque no existe
Es un mal trago. Ya está. Van a ser varios días complicados en los que tendrán que buscar nuevas costumbres para irse a dormir o para estar tranquilos sentados. Se pasará. Se van a acostumbrar. Pero no esperes al día perfecto porque no existe. Así que es más sencillo que elijas el día y sigáis con el calendario. Se lo explicas y pasas por este momento sin mirar atrás.
3. Ten paciencia. Le va a costar pero menos de lo que crees
El primer día parece tan imposible como para el fumador empedernido que ha dejado el tabaco de la noche a la mañana. La primera noche a lo mejor pasa un rato malo. Pero el segundo será mejor. El tercero se va a acordar poco. El cuarto casi se ha olvidado. Y en una semana nadie recuerda que llevó chupete un día.
4. Se fuerte. No caigas en la tentación al primer llanto, porque lo habrá
Tristeza asegurada. Llanto en muchos casos. Alguna rabieta incluso. Incomprensión. No es fácil que nuestros hijos entiendan por qué tienen que dejar el chupete. Ellos no saben nada sobre la forma del paladar o las consecuencias de por vida en la mordida. Así que tenemos que entender que no lo entienden y atravesar por estos días pensando en lo cómodo que será que dentro de unos días no dependan del chupete y su boca de adultos esté bien.
5. Aumenta su autoestima. Recuérdale lo orgullosos que estáis por el esfuerzo que está haciendo
Que los niños no entiendan por qué les quitamos el chupete no significa que no les hagamos partícipes de este momento tan crucial para ellos, un gran paso para ser «mayor». Aunque no entienden las consecuencias físicas, sí podemos aprovechar para explicarles lo que confiamos en ellos, lo bien que lo van a hacer, ponerles ejemplos de niños mayores que ya no llevan chupete para que aspiren a lograrlo. Y, cuando lo consigan, hagamos una verdadera fiesta porque tan importante es este paso para ellos como sacar buena nota en un examen del colegio o la universidad dentro de unos años.
María Solano Altaba. Directora de la revista Hacer Familia. Profesora de la Universidad CEU San Pablo
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