Actualizado 22/06/2015 13:04

Vegetaciones en los niños, ¿cuándo hay que operar?

Vegetaciones en los niños, ¿cuándo hay que operar?
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El problema de vegetaciones inflamadas es frecuente y muy molesto. Sin embargo, hay que estar atentos para detectarlas en niños pequeños. Su curación no presenta dificultades, si el caso no es grave, ya que las vegetaciones irán remitiendo poco a poco. En caso contrario, necesitan una pequeña intervención quirúrgica.

Las vegetaciones de los niños reciben también el nombre de adenoides y se encuentran en la zona superior de la garganta, detrás de la nariz y el techo del paladar. Las vegetaciones son dos masas de tejido de textura esponjosa, situadas a cada lado de la garganta que ayudan a protegernos de algunas enfermedades. Es, por lo tanto, un tejido de defensa, y por este motivo son los niños pequeños los que suelen presentar inflamación de vegetaciones, ya que sus defensas están todavía fortaleciéndose y son muy vulnerables a los agentes externos.

Síntomas de vegetaciones inflamadas

Los signos de las adenoides infectadas son muy característicos y dificultan mucho la vida del niño afectado.
- Nariz taponada, de manera que hay que respirar por la boca.
- Respiración ruidosa.
- Dolor de garganta y dificultad al tragar.
- Problemas en los oídos, como otitis agudas.
- Ganglios linfáticos inflamados.
- Ronquidos durante el sueño.
- Se pueden tener pausas de apnea al dormir, es decir, que la respiración de detiene durante unos pocos segundos.
- Tos nocturna.
- Catarros y moco permanente en la nariz.
- La persona afectada habla como si tuviera la nariz taponada.

La cirugía como remedio de las vegetaciones

En el caso de vegetaciones, ¿cuándo hay que operar? Lo primero que puede preocupar a los padres ante la situación de tener que operar a su hijo de vegetaciones es si se trata de una intervención complicada. Luis Alberto Vázquez, pediatra, nos cuenta que la intervención no presenta dificultad alguna y es muy sencilla. Ésta consiste en la extirpación de ese tejido sobreabundante, que se encuentra al fondo de la faringe. Se quita todo para que no haya recaídas, ya que las vegetaciones se pueden reproducir si no se han retirado correctamente.

Pasos de la operación de vegetaciones

La operación comprende de los siguientes pasos:
- La intervención se realiza en un quirófano y se administra anestesia general.
- El niño estará dormido durante unos 20 minutos.
- El cirujano accederá a las adenoides a través de la boca abierta y sin necesidad de hacer ninguna incisión externa en la garganta.
- Se extirpan las vegetaciones mediante una serie de pequeñas incisiones en el interior de la garganta y cauterizando (o sellando) luego los vasos sanguíneos.

En la mayoría de los casos, el niño tiene que estar en el hospital tras la operación entre cinco y 10 horas. Una vez que vuelve a casa, notará molestias y dolores en la parte de la garganta afectada, por lo que es recomendable que tome alimentos blandos. Pasada una semana, todo volverá a la normalidad y la zona intervenida se cerrará de forma natural, por lo que no hay que preocuparse de quitar puntos de sutura.

Cuándo hay que operar las vegetaciones de los niños

Pero lo primero que hay que comprobar es si el problema de vegetaciones es realmente lo suficientemente grave como para recurrir a la operación, y a esto tendrá que responder el otorrinolaringólogo que atiende al niño. Hay niños que físicamente presentan un aspecto que da a entender que tienen problemas para respirar: boca abierta, nariz prominente, dientes hacia fuera* en caso de sufrir una inflamación de adenoides fuerte, se producirán unos problemas respiratorios que dificultarán la vida del niño y le afectarán al oído y la nariz. En estos casos, la intervención quirúrgica será necesaria.

Si por el contrario, se presentan síntomas de vegetaciones pero no suponen un obstáculo para el niño, aunque sí una molestia, es mejor dejar la operación y esperar a que éstas remitan poco a poco. La evolución natural de este problema es aumentar en las etapas de muchos catarros, cuando los niños son muy pequeños y tienen pocas defensas (en torno a los 3-5 años). Pasada esta etapa, la tendencia de la mayoría de los casos es la atrofia, y el tejido disminuye. Por ello, el médico puede recomendar a los padres que es mejor esperar para ver si la evolución natural de las adenoides infectadas permite no operar (en torno a los 6-8 años).

Teresa Pereda
Asesor: Luis Alberto Vázquez, pediatra

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