Actualizado 06/07/2015 11:29

La envidia en los niños, respuestas a dudas frecuentes

Respuestas a las dudas sobre la envidia infantil
Foto: THINKSTOCK Ampliar foto

¿Por qué no consiguen alegrarse y compartir el éxito de los demás? La envidia es un sentimiento normal en los niños, pero los padres podemos reconducir esa envidia infantil, haciéndoles descubrir que cada uno vale por lo que es y no por lo que tiene. Además, deben descubrir que a ellos también les gusta que los demás se alegren cuando algo les sale bien.

"Pitágoras decía: educar a los niños y no será necesario castigar a los adultos. Pues educar a los niños a combatir la envidia, alegrándose por el bien de los demás, es conseguir adultos más equilibrados". Esto lo afirma Mª Jesús Álava Reyes, Licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid y Master en Dirección de Recursos Humanos.

7 respuestas a dudas frecuentes sobre la envidia infantil

Mª Jesus señala algunas pautas para enseñar a los niños a alegrarse cuando sus amigos o compañeros les sale algo bien de cara a combatir la envidia infantil.

¿Nacen los niños siendo envidiosos, o se hacen? ¿De qué depende, del ambiente,  la educación, la predisposición?

Es cierto que vemos niños desde muy pequeñitos con cierta predisposición hacia la envidia. Los psicólogos decimos que nacemos con un temperamento diferente y el ambiente es el que influye positiva o negativamente en ese temperamento. Por lo tanto, el ambiente y la educación pueden encauzar o corregir la envidia de los niños. No es exactamente un problema genético, aunque es verdad que puede haber una cierta predisposición, que con una buena educación se subsana. Cuanto antes intervengamos en estas edades, incluso más pequeños, será más fácil.

¿Qué es lo que ocasiona o provoca la envidia en un niño?  

La insatisfacción que sienten es lo que provoca la envidia en los niños. Son niños que van creciendo con una insatisfacción general y esa insatisfacción les hace estar mucho más pendientes de lo que puedan tener o hacer los demás, que de lo que hacen o tienen ellos mismos.  Una buena educación consigue corregir esas desigualdades o esa predisposición.

¿Es cierto, como dicen algunos especialistas, que la causa de la envidia reside en la baja autoestima?

El problema básico de la envidia es la insatisfacción personal y esa insatisfacción puede dar paso a la baja autoestima. No obstante, hay niños que pueden tener la autoestima alta y tener envidia, porque piensan que son los que se merecen las cosas, que ellos son los que tienen más mérito. Se diría que la envidia se debe más a una inseguridad.

Entonces, ¿a qué se debe esa insatisfacción personal de un niño de estas edades, si se está formando?

Es un error en el que intervinimos los adultos, porque les favorecemos que poco a poco vean el mundo como si estuviera a su servicio, en lugar de tener una actitud de descubrimiento hacia ese mundo e intentar integrarse. La envidia surge cuando el niño piensa que el mundo, los padres, los demás, le deben cosas, están para satisfacer sus deseos. Uno de los mayores errores que podemos cometer los padres es protegerles demasiado, darles todo aquello que piden.

¿Cómo proporcionar a los niños seguridad para no sentir envidia?  

Con una buena valoración de sí mismos, enseñarles a que  aprendan a valorarse no por lo que tienen, sino por lo que son, enseñarles a que descubran sus propios valores, si se les da bien esto o aquello. Y una vez que los descubran, ponerlos al servicio de los demás. Si se sienten bien consigo mismos, combatirán mejor la envidia.  Deben ser capaces de resolver sus pequeños problemas, en lugar de que se los solucionen todo los adultos, y esta actitud les va a proporcionar seguridad.

¿Qué hacer cuando es difícil que el niño se sienta feliz con lo que tiene y siempre desee lo que tienen los demás?

Entonces educaremos a nuestro hijo a que descubra poco a poco lo bien que se siente cuando con esfuerzo, consigue pequeñas logros en lugar de satisfacer los deseos de manera inmediata, desde haber hecho un dibujo estupendo, hasta conseguir mejorar en una asignatura, hasta un regalo inesperado por su cumpleaños.

¿Es natural que un niño sienta verdaderamente envidia cuando algún amigo suyo ha conseguido ser el primero en algo, o es más inteligente, o más guapo, etc?

Es completamente normal sentir en un primer momento envidia de un niño que es el mejor, por ejemplo, en un deporte que a él también le gusta. Después de trasmitirle que ese sentimiento de envidia es algo normal, que ocurre, tenemos que hacerle descubrir que un niño envidioso no es feliz, pues es un niño negativo en lugar de positivo.  Debe aprender a disfrutar con lo suyo y con lo que tienen los demás.

Marta Santín
Asesora: Mª Jesús Álava Reyes, Licenciada en Psicología por la Universidad Complutense de Madrid y Master en Dirección de Recursos Humanos.

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