Actualizado 01/04/2016 13:09

La baja autoestima infantil y el refuerzo positivo

Consecuencias de la baja autoestima infantil
Foto: THINKSTOCK Ampliar foto

Un niño con una buena autoestima podrá experimentar sus efectos positivos: la confianza, el ánimo, el interés y el placer de aprender y de realizar sueños. Es necesario que sea edificada y construida desde que el niño sea apenas un bebé. El niño que no siente que es valorado por sus padres puede desarrollar el miedo de ser abandonado. Para evitar la baja autoestima infantil, el antídoto es el refuerzo positivo.

Lo mismo se debe hacer, por ejemplo, cuando en el colegio etiquetan a nuestro hijo como el malo, el trasto, el impertinente, el torpe, el vago y lo único que hacen sus compañeros es dejarle de lado, discriminándolo, haciéndole sentir marginado y rechazado por todos. Esta postura no le ayudará en absoluto, creando una baja autoestima en el niño que, en poco tiempo, podrá llevarle al fracaso escolar.

Los efectos negativos de una baja autoestima infantil

1. Sentimientos negativos. Una baja autoestima puede desarrollar en los niños sentimientos como la angustia, el dolor, la indecisión, el desánimo, la pereza, la vergüenza, y otros malestares. Por este motivo, el mantenimiento de una autoestima positiva es una tarea fundamental a lo largo del crecimiento de los niños. Dentro de cada uno de nosotros, existen emociones y sentimientos ocultos que muchas veces no los percibimos.

Los malos sentimientos, como el dolor, la tristeza, el rencor, y otros, si no son remediados, acaban por convertirse y ganar formas distintas. Estos sentimientos pueden llevar a una persona no sólo a sufrir depresiones continuas, sino también a tener complejo de culpabilidad, cambios repentinos del humor, crisis de ansiedad, de pánico, reacciones inexplicables, indecisiones, excesiva envidia, miedos, impotencia, hipersensibilidad y pesimismo, entre otros.

2. Excasa valoración de sí mismo. Una baja autoestima también puede llevar a una persona a sentirse poco valorada y, en razón de eso, a estar siempre comparándose con los demás, subrayando las virtudes y las capacidades de los demás. Es posible que les vea como seres superiores y sienta que jamás llegará a rendir como ellos. Esta postura le puede llevar a no tener objetivos, a no ver sentido en nada, y a convencerse de ser incapaz de lograr cualquier cosa que se proponga. Lo que le pasa es que no consigue comprender que todos somos distintos y únicos, y que nadie es perfecto. Que todos nos equivocamos y volvemos a empezar.

Cómo reforzar la autoestima de los niños

La autoestima consiste en el valor que una persona se da a sí misma. Nos solemos valorar dependiendo, en buena medida, del concepto que tengan sobre nosotros las personas más significativas que nos rodean: padres, familiares, amigos, maestros, etc. La autoestima es un elemento básico en la formación personal de los niños. Una baja autoestima puede desarrollar en los niños sentimientos de angustia, dolor, desánimo, pereza, vergüenza e inseguridad, entre otros.

1. Elogia sus logros. Cuando los hijos se sienten estimados, se pueden proponer metas más realistas, aceptan a los demás como son, aprenden con mayor eficiencia y aplican su creatividad en las situaciones nuevas que se le plantean.

2. Haz que se sienta importante y necesario. Podemos potenciar la autoestima de los niños haciendo que se sientan importantes y necesarios en la familia, en el colegio..., de modo que sean apreciados y tenidos en cuenta por los demás.

3. Felicítale por un trabajo bien hecho. Es importante que les estimulemos, informándoles de lo bien hecho y de lo que se puede hacer mejor, así como animarles para que construyan una imagen real y positiva de sí mismos, reforzando los sentimientos de eficacia y seguridad.

4. Reconoce su esfuerzo. Para tratar con actitud positiva a los hijos debemos reconocerles el esfuerzo y logros obtenidos. Así, por ejemplo, si se han propuesto este verano leer 20 minutos todos los días, cada vez que lo hagan les daremos la enhorabuena, nos interesaremos por lo leído o les daremos un abrazo, con frases como: "¡Fenomenal!, me encanta verte leer, cómo se nota que te haces mayor".

Fátima Calzado
Asesoramiento: Asesoramiento: Alfonso Aguiló, autor del libro Educar los sentimientos, de Editoral Palabra.
Pincha aquí y consigue el primer capítulo como muestra del libro. 

José A. Alcázar y Mª Ángeles Losantos, autores de Tu hijo de 8 a 9 años, de Editorial Palabra.

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