Mala época esta de final de curso para los que son muy nerviosos.
Y, sin embargo, en casa pueden ganar mucho en confianza y autoestima para que los exámenes no les supongan un verdadero drama.
Porque la clave está en que el amor no depende de esto, en colocar cada cosa en su sitio y en no darle más importancia de la que tiene a cada problema.
1. Tienen capacidad suficiente, lo han demostrado siempre.
Si han llegado a los exámenes de hoy, significa que han superado todos los anteriores así que, por estadística y tendencia, estos también pasarán.
2. Es cuestión de orden y de buena higiene del sueño.
Cuando estamos cansados, no nos cunde al estudiar, nos ponemos más nerviosos y todo lo vemos negro. Mejor, orden al estudiar y horas dormidas suficientes.
3. Casi nada es para siempre y los exámenes aún menos.
Claro que estudiar es importante, pero también lo es relativizar el valor del estudio. Un examen es sólo eso, uno más. Hay que ponerlo en su justo término.
4. Mejor repasar muchas veces que darnos atracones.
A veces se agobian con sabérselo todo perfecto ya y les cuesta organizarse. Es mejor que repasen muchas veces y vayan añadiendo capas de conocimiento.
5. Recordamos sus muchos éxitos a lo largo de la vida.
Cuando menos creen en ellos y menos confianza tienen en que son capaces, más les debemos mostrar cómo lo consiguieron ellos solos muchas veces antes.
6. Mantenemos lo importante porque les da la vida.
Toca cambiar algunas rutinas para estudiar más. Pero mantenemos otras (comidas en familia, ratos de oración…) porque es de ahí de donde sacan las fuerzas.
7. Son días para mostrar cuánto los queremos.
Para que sepan que nuestro amor es incondicional y no depende ni de lo que hagan ni de cómo se porten. Valoramos su esfuerzo pero el amor está por encima.