Actualizado 22/06/2022 13:53

Cuida los dientes de tu bebé desde el primero que sale

Los dientes de leche son tan importantes como los definitivos
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La higiene bucodental es un hábito que debe iniciarse desde bien temprana edad. La caries o las enfermedades de las encías están muy extendidas, pero son, en gran medida, prevenibles. Unos cuidados personales adecuados, junto con revisiones odontológicas periódicas y la gestión de los factores de riesgo, son indispensables para lograr una buena salud bucodental.

Según un estudio internacional llevado a cabo por GSK, España es el país del sur de Europa con mayor incidencia de problemas en salud bucodental; el 85% de los españoles reconoce que padece al menos alguna dolencia como la placa bacteriana (36%), la caries (33%), el sangrado de las encías (32%) o la sensibilidad dental (32%).

"Es importante ser meticuloso con la higiene bucodental antes de que aparezcan los primeros síntomas -asegura XX, responsable de Higiene Bucodental de Unilever España-; en el caso de los niños, una correcta higiene bucodental desde edades tempranas al menos dos veces al día ayuda a prevenir problemas futuros en los adultos".

Cómo cuidar los dientes de tu bebé desde el primero que sale

El cuidado bucodental de un bebé debe comenzar en los días posteriores al nacimiento, lavando las encías con una gasa o paño limpio húmedo, sobre todo después de las tomas o al acostarlo por la noche. Empieza a lavarle los dientes tan pronto como asome el primer diente.

La hora del cepillado. Los niños deben cepillarse los dientes dos veces al día durante dos minutos para reducir el riesgo de caries y enfermedades de las encías. El cepillado debe realizarse con movimientos circulares, después del desayuno y antes de irse a la cama por la noche.

Como un grano de arroz. Con niños menores de tres años, unta en el cepillo de dientes una pequeña cantidad de dentífrico del tamaño de un grano de arroz. A partir de los tres años, la cantidad se debe incrementar al tamaño de un guisante.

Mejor con flúor. Los niños deben lavarse los dientes con un dentífrico con flúor. Tu odontólogo o profesional sanitario de referencia te podrá recomendar la concentración de flúor que debe contener la pasta de dientes.

No enjuagues. Los niños no deben enjuagarse la boca justo después de lavarse los dientes, y tan solo deberán escupir el exceso de pasta. De este modo no se elimina o diluye el flúor, y se potencia su efecto preventivo.

Cambia de cepillo. Para garantizar el mejor cuidado bucodental, el cepillo de dientes de los niños deberá cambiarse cada tres meses, o cuando las cerdas estén dobladas, se caigan o se vean gastadas.

El chupete influye. El uso prolongado del chupete o chuparse el dedo afecta al desarrollo de la boca y los dientes del niño. No utilices el chupete más allá de los dos años y medio, y nunca lo untes con azúcar ni miel. Ayuda a tu hijo a dejar de chuparse el dedo y a abandonar el chupete pronto.

Cuidado con el azúcar. Utiliza el biberón únicamente para la leche (materna o en polvo) y el agua. No añadas ningún tipo de azúcar a la leche del biberón, no utilices el biberón para ningún tipo de bebida como el agua con azúcar, los zumos de frutas o los refrescos y anima a tu hijo a beber en vaso a partir del año.

Protégeles en los deportes. Cuando se produzca contacto físico, objetos en movimiento o caídas frecuentes, puede ser recomendable que tu hijo lleve una férula dental. Estas fundas hechas a la medida de los dientes y las encías les protegen contra roturas, desplazamientos y pérdidas.

Revisiones periódicas. Lleva a tus hijos a revisiones dentales periódicas. Tu dentista te aconsejará con qué frecuencia deben realizarse, dependiendo de sus necesidades concretas. Al igual que sucede en cualquier otra enfermedad, la prevención, la detección temprana y el tratamiento son clave a la hora de garantizar los mejores resultados.

Marina Berrio

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