Actualizado 16/10/2022 20:32

Cómo hacer que tu pequeño explorador disfrute con toda tranquilidad

La etapa de la exploración es fundamental. ¿Cómo asegurarles esta etapa con total seguridad?
La etapa de la exploración es fundamental. ¿Cómo asegurarles esta etapa con total seguridad? - ISTOCK

Las fases de aprendizaje son distintas a lo largo de los años. La manera en la que descubre cosas un niño en su tierna infancia no es la misma en la que lo hace un adolescente. Durante los primeros años de vida toca conocer cómo funciona el mundo, en especial lo más cercano a los niños, su entorno próximo y, en ese sentido, la exploración tiene un papel fundamental.

Los profesionales de la Fundación Nemours explican que la infancia es una etapa de desarrollo en movimiento continuo. Entre el primer y el tercer año de edad, los niños buscan nuevas aventuras. En estos momentos aprenden a hablar, a andar, a correr y a conocer su independencia. Por ello, se sienten en la necesidad de explorar lo que les rodea. A los padres les toca brindarles la correspondiente seguridad para que nada malo les pase en estos momentos.

¿Por qué exploran los niños?

Explorar el mundo, tanto en interiores como en el exterior, con supervisión, por descontado, es importante para el desarrollo emocional, social y físico durante la primera infancia. Explorando, los niños aprenden más cosas sobre el mundo y sobre cómo funciona. Una cosa es ver una naranja, pero otra cosa es sostenerla en la mano, notarla fresca, palpar su superficie lisa, oler su fragancia y saborearla. El desarrollo es incluso mejor si se hacen preguntas.

Explorar también da a los niños la oportunidad de trabajar importantes habilidades motoras. Se trate de golpear una pelota o de trepar por unas escaleras, ellos pueden persistir hasta que lo consigan. Hacer este tipo de cosas no solo les permite adquirir habilidades, también fomenta que adquieran confianza, seguridad en sí mismos y competencias.

Cómo asegurarles una exploración segura a tus hijos

Estos son los consejos, de los profesionales de la Fundación Nemours, para garantizar una exploración segura a los hijos:

- Supervisar, pero no intervenir. Los padres deben prestar atención a la manera en la que ayudan a su hijo. Después de proporcionarles los materiales a los pequeños para que estos exploren, hay que luchar contra esas ganas de controlar la actividad de los niños

- Corregir a los hijo cuando sea necesario. Si se a los hijos haciendo algo peligroso, o destructivo, hay que intentar no reaccionar con más intensidad de la que requiera la situación. Los niños de esta edad suelen tratar de saltarse los límites y tienden a ignorar lo que les piden.

Damián Montero

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