Actualizado 10/08/2020 13:06

Los mejores consejos para un correcto desarrollo de los bebés, según la OMS

La Organización Mundial de la Salud ofrece estas recomendaciones para el correcto desarrollo de los bebes.
La Organización Mundial de la Salud ofrece estas recomendaciones para el correcto desarrollo de los bebes. - ISTOCK
La Organización Mundial de la Salud ofrece estas recomendaciones para el correcto desarrollo de los bebes. - ISTOCK

¿Qué padre no desea lo mejor para sus hijos? Desde que llegan al mundo, todo hogar quiere que los más pequeños se desarrollen de la mejor manera. Un trabajo que puede comenzar desde edades tempranas. Incluso, cuando son bebés, los adultos pueden desarrollar prácticas que sirvan para asegurar un correcto futuro a los recién nacidos.

De hecho, desde la Organización Mundial de la Salud (OMS) se ponen sobre la mesa varios consejos con los que asegurar un buen desarrollo de los bebés. Una guía actualizada con nuevos consejos para los padres. No solo para garantizar que los pequeños consigan nuevas habilidades, sino para estrechar más aun el vínculo dentro del hogar.

Atención receptiva

La atención receptiva significa prestar atención a lo que el bebé quiere decirnos. Aunque no pueda pronunciar palabras, señales como las expresiones faciales o algunos sonidos y movimientos son algunos ejemplos comunicativos. De esta forma se podrá atender a las necesidades de los pequeños y de poner en marcha una relación estrecha desde edades tempranas.

Así el bebé se sentirá seguro junto a sus padres y los verá como un apoyo que los protege. Estos son algunos consejos para lograr este objetivo:

- Contacto físico habitual, como abrazos o caricias.

- Contacto visual regular y a poca distancia.

- Hablar a los pequeños para que se acostumbren a la voz de sus padres.

Aprovechar cada momento

El aprendizaje se produce a cada momento, en especial para los más pequeños. Cada expresión, cada actividad o cada visita a determinados lugares pueden servir para que interactúen y aprendan de su entorno. El juego es un buen ejemplo en este sentido, permitiendo a los niños que descubran texturas, su propio cuerpo, mecánicas de acción y reacción.

Las rutinas diarias son una buena ocasión para desarrollar distintas capacidades. Otro ejemplo, es hablar a los más pequeños para que puedan mejorar su capacidad de atención y otros sentidos para reconocer el entorno en el que están. Los padres tendrán que estar atentos a cualquier señal para reconocer si sus hijos están interactuando con algo y qué aprendizaje puede obtenerse.

Damián Montero

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