Actualizado 26/01/2015 09:54

Actividades que estimulan la inteligencia del bebé

Estimulación de la inteligencia del bebé
Foto: THINKSTOCK Ampliar foto

Muchas de nuestras actividades cotidianas se pueden convertir en un buen momento para enseñar a nuestro bebé a desarrollar su inteligencia. Los bebés se lo pasan en grande con sus juguetes y necesitan estímulos nuevos cada poco tiempo.  Tareas tan sencillas y rutinarias como lavar a nuestro bebé, vestirle o cambiarle los pañales encierran una actividad de aprendizaje más profunda de lo que parecen, y pueden ofrecernos la oportunidad de favorecer su facultad psicomotriz y su inteligencia.

Actividades que estimulan la inteligencia del bebé de 0 a 2 años

1.   Imitación y observación. Cuando el bebé esté en la cuna o sentado en su sillita, podemos llamar su atención con un juguete vistoso y moverlo lentamente delante de él, para que lo siga con la vista. También podemos gesticular y sacarle la lengua o hacer "pedorretas" para que nos imite. Es una buena manera de favorecer su capacidad de atención y ayudarle a ser más receptivo.

2.   Brazos y piernas, ¡arriba! Cuando le cambiemos el pañal, aprovechemos para que nuestro bebé ejercite las piernas y los brazos. No sólo le beneficiará físicamente, sino que además, el bebé irá descubriendo esas partes de su cuerpo y tomando poco a poco consciencia de todo lo que puede hacer a través de ellas. Otra buena actividad consiste en hacerle cosquillas suavemente en manos y pies para estimular su movimiento.

3.   Aprendiendo a vestirse. Procuremos vestirle y desvestirse siguiendo un orden establecido, de manera que el niño podrá memorizar qué prenda es la que le vamos a poner y esta tarea se le haga más llevadera. Esta rutina establecida le ayudará a vestirse solo cuando sea más mayor.

4.   Bien guapo. El hábito de peinarse también le supone una ayuda. En primer lugar, le estimula sensorialmente en la cabecita, lo que le supondrá un momento agradable. Esta tarea, a lo largo del tiempo, le hará asimilar los hábitos de higiene y cuidado personal. Procuremos usar un cepillo de cerdas blandas y suaves para no hacerle daño.

5.   ¿Juguetes nuevos? Los bebés se lo pasan en grande con sus juguetes y necesitan estímulos nuevos cada poco tiempo. Una actividad entretenida y que puede estimularle mediante la sorpresa consiste en cambiarle los juguetes cada poco tiempo. Es decir, le dejamos unos muñecos a su alcance para que e entretenga con ellos durante varios días, y pasados éstos, guardamos los que ya tenía y sacamos otros que tuviésemos "almacenados", para que les preste más atención al resultarle novedosos. Después de unos días jugando con éstos, repetimos la operación cambiándolos por los que dejamos guardados la vez anterior.

6.   ¡Ese soy yo! Los espejos tienen la capacidad de llamar muchísimo la atención de los bebés: les fascina ver su propia imagen reflejada. Ponerle un espejo (de plástico y resistente, ideado para niños) en su cuna supone un entretenimiento para el bebé que además le ayudará a tomar conciencia de su propia imagen. Un ejercicio entretenido para el niño consiste en ponernos con él a hacer gestos frente al espejo y animarle a que los repita y nos imite.

7.   Comiendo muy despierto. Es posible que el bebé se duerma mamando con la lactancia materna o tomando el biberón. Para evitar que esto ocurra, podemos recurrir a un collar vistoso y bonito que le llame la atención, ya que tratará de cogerlo y eso le mantendrá despierto mientras dure la toma.

8.   Distinguir día y noche. Es importante que el bebé duerma a oscuras o con luz según sea de día o de noche, para que aprenda a distinguir estos momentos y evitar que esta falta de distinción sea uno de los motivos que le lleve e tener el sueño cambiado. Por eso, cuando llevemos al bebé a dormir la siesta al mediodía, procuremos que lo haga vestido con su ropa de estar por casa y con la habitación en penumbras. De esta manera, irá distinguiendo que el pijama y la oscuridad total quedan reservados para la noche.

Cristina Murcia