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MÁS QUE ABUELOS
José Manuel Cervera González

La educación diferenciada

     

En estas diferencias me apoyo para para destacar las ventajas que desde mi punto de vista -que lógicamente podrá o no compartir el lector- estimo tiene la educación escolar separada de ambos sexos. Es lo que conocemos como Educación Diferenciada, que tiene en cuenta la influencia de las diferencias sexuales en el aprendizaje escolar.

La irrupción en el ámbito escolar de las ideas emanadas de la ideología de género presupone una igualdad absoluta en el trato a los niños y las niñas, sin considerar las singularidades masculinas y femeninas. El trato idéntico en la escuela a niñas y niños provoca el desconcierto de muchos alumnos. Pretender obtener una misma respuesta de ambos sexos es imposible y frustrante para el profesorado y el alumnado. Este hecho es algo que los profesores de escuelas de educación mixta saben muy bien a la hora de atender a sus alumnos, chicos y chicas, en un mismo aula.

Potenciar las habiliadades de cada uno

La educación diferenciada es coeducativa, pues considera enriquecedoras las diferencias entre los sexos y trata de eliminar las discriminaciones, ya que su objetivo es la igualdad de oportunidades y el respeto entre los sexos. Se ayuda a niñas y niños a superar los estereotipos sociales injustos establecidos entre ambos sexos.


Los objetivos y contenidos de los programas escolares deben ser los mismos para niñas y niños, pero son muchos los expertos que aconsejan que las estrategias docentes y educativas sean diferentes para cada sexo.


Está experimentado que metodologías que estimulan a las niñas no son eficaces en muchos casos con los niños, que necesitan mayor disciplina que éstas. Por ejemplo, en sus clases los varones necesitan profesores que les planteen retos a solucionar que les estimulen para mantener su atención, pues cuando se aburren en clase "desconectan" y para entretenerse provocan conflictos con los compañeros o retan al profesor. Por el contrario, las chicas necesitan metodologías que les eleven la autoestima y tiene aspiraciones educativas más altas. En este sentido, un aula diferenciada ayuda a los alumnos adolescentes a madurar con tranquilidad y a comprender más fácilmente el papel de su sexo sin la presión del contrario. El equilibrio emocional de chicas y chicos no se ve afectado por esta separación, pues conviven en otras circunstancias de la vida como en la familia, en el tiempo de ocio, en las actividades extraescolares, con las pandillas del fin de semana o de las vacaciones estivales, etc. La educación diferencia es una opción positiva para los estudiantes a la que muchos padres optan al escoger los colegios de sus hijos.

Niña y niño en clase
Foto: THINKSTOCK 

Mediante la educación en la familia y la escuela se deben potenciar las habilidades positivas propias de cada sexo y suplir las carencias de un sexo respecto al otro, para lograr una mayor igualdad educativa entre ambos sexos, que a la vez que diferentes, son complementarios. Una técnica docente adecuada para cada sexo refuerza la autoestima del alumno pues le permite desarrollar mejor sus capacidades ya que se respetan sus propios ritmos biológicos y de aprendizaje.

José Manuel Cervera González. Secretario de la Asociación de Abuelas y Abuelos